CAPITULO #5

47 7 0
                                    

Todos nos dirigimos a comer durante todo ese tiempo hubo un silencio incomodo ya que no habia electricidad y no pudimos ver la televisión como lo acostumbrabamos, luego fuimos todos a nuestra recámara, durante toda la noche no pude dormir solo imaginando la muerte de la familia de Alfredo.

Pensando en que toda mi familia moriría al igual que yo...

Al día siguiente mamá, Zoé y yo fuimos a buscar una radio entre una casa abandonada de a lado ya que, los vecinos siempre escuchaban la radio.

Tuvimos que saltar el muro con una escalera.

Una vez que estábamos abajo, vimos que la puerta estaba abierta, así que entramos y notamos que se escuchaban unos rugidos extraños en el baño, así que nos dimos prisa a buscar la radio.

Cuando lo hayamos nos dimos cuenta que los zombies que se encontraban en el baño empujaron muy fuerte la puerta lo que hizo que se rompiera dejándonos atrapadas en la casa, ya que, unos zombies habian bloqueado las puertas.

Corrimos hacia una habitación donde nos encerramos, por suerte había una ventana la cual la abrimos y escapamos, sin embargo al subir por las escaleras para llegar a nuestra casa los zombies nos alcanzaron y agarraron a mi mamá pero ella logro escapar y una vez estando en nuestra casa nos tranquilizando.

Tomamos la radio y mi hermano Luis la encendio, pero fue inutil pues en ninguna estacion había señal.

Hasta que se escucho una voz a la cual no le entendimos, hasta que la señal fue mejor y se escucho la voz de una mujer pidiendo ayuda, cuando mi hermana Camila pregunto donde se encontraba, la mujer grito y se corto la señal.

Paso una semana y no se escuchaba nada en la radio, de pronto se escucha una voz la cual decía que tenían un refugio en el que habían provisiones, y nos dijeron las coordenadas del lugar, sin embargo el lugar era muy lejos y había muy poco combustible.

Todos se quedaron pensando en lo que habían escuchado, en especial los adultos.

Todo el día estuvo tranquilo hasta que mi papá dijo que quería hablar con nosotros ahora, así que todos nos reunimos y el empezó a hablar y a decir que no hiriamos a ese refugio porque podría ser que no fuera seguro y nos expondría a todos, cuando termino de dar su discurso Alfredo le dijo que lo apoyaba, ya que ellos dos se habían hecho muy buenos amigos.

Pero se notaba en mi mamá que ella no estaba de acuerdo.

Cuando llego la noche todos fuimos a dormir.

Al día siguiente todo era tranquilo a excepción de los zombies, porque habían unos cuantos rodeando la casa pero no eran tantos.

Paso mucho tiempo y ya era de tarde, así que dijo Alfredo que practicaramos nuestra puntería con armas de fuego y todos practicábamos tranquilamente. Yo no tenia muy buena puntería pero cada vez mejoraba hasta que olvide poner el silenciador y se escucho muy fuerte que atrajo a los zombies que se encontraban cerca.

LA LLEGADA DE LOS ZOMBIES Donde viven las historias. Descúbrelo ahora