LA LLEGADA DE LOS ZOMBIES

CAPITULO #10

Tres meses después ...
Al despertar note que ya era un poco tarde y al bajar, me encontré a mi mamá y a mis hermanos (Ádam y Zoé) ya que mis hermanos Luis y Camila habían ido a hacer las labores asignadas.

— ¿Donde se encuentra papá?— pregunte a todos los que se encontraban.

— Esta en una reunión muy urgente— dijo mi mientras preparaba el desayuno.

Después de un rato mi mamá se marchó y se dirigió a la enfermería a seguir apoyando.

Cuando termine de desayunar me dirigí a la puerta y al salir note que el día estaba nublado y con probabilidades de lluvia y hacia muchísimo viento y frío, podía ver las hojas de los árboles volar y caer en el suelo.

Estaba caminando por las afueras de mi casa observando donde se encontraba la gente en la reunión ya que se oían discusiones y desacuerdos entre la población y la líder, con algunas personas que la apoyaban, me acerque un poco, pero no por ser chismosa, solo por curiosidad. Logre escuchar:

—...quieren nuestro refugio, ya que, es muy grande, pero no nos quieren a nosotros y si no lo entregamos lo tomaran por las malas— dijo la líder Beth (mi tía).

—¡pues que lo hagan por las malas!—dijo una persona de la comunidad.

—Yo opino que los enfrentemos, ya que, contamos con suficientes armas y municiones, porque yo no permitiré que nos quiten lo poco que nos queda, además aya afuera se encuentran esas cosas y yo no expondré a mi familia—dijo una señora preocupada y nerviosa.

—Estén preparados esta tarde, porque a partir de las 5:00 vendrán por este refugio, ¡lucharemos por lo único que tenemos!— dijo la líder del refugio convencida.

La gente se fue dispersando, puesto que ya había acabado la reunión, algunos se quedaban hablando con la líder, mientras que otros se preparaban para el enfrentamiento.

Después de unos minutos un sujeto convocó a todos los niños menores de 15 años de edad, al llegar cerca del sujeto me encontré con Zoé y Ádam, que también se dirigían hacia el.

Cuando estaban todos reunidos el sujeto dijo —a partir de las 4:00 de ka tarde va s haber un toque de queda y tendrán que resguardarse en aquella casa *señala una casa* y no salgan pase lo que pase —.

Todos los niños se dirigieron a sus casas, la mayoría de niños tenían entre 5 y 10 años de edad.

Me dirigí a donde se encontraban Ximena, Suches, Ádam y Zoé y les conté sobre lo que había escuchado esta mañana.

Eran aproximadamente las 3:00, habíamos terminado de comer y nos reunimos fuera de la casa con Ximena y Suches, ya que, habíamos acordado que a esa hora iríamos a conseguir armas, porque queríamos ayudar, por suerte mi hermana Camila estaba a cargo de las armas y seria mas fácil conseguirlas.

— Dice Beth que los guardias de la entrada necesitan un rifle de francotirador— dijo Ximena un poco nerviosa por aquella mentira.

— ¿podrías quedarte a  cuidar el almacén en lo que regreso?— dijo Camila.

— Si, no te preocupes— dijo Ximena.

Cuando Camila se fue nos dimos prisa a tomar 2 revolver y 2 pistolas semi–automáticas, con algunas municiones, después las guardamos en una mochila que llevaba Zoé, salinos del arsenal de armas y esperamos a Ximena afuera.

Después de unos minutos regreso Camila, al avanzar unos cuantos pasos nos encontramos a un señor y nos dijo:—¡ey niños! Ya deberían estar dentro de la casa, pues ya va a iniciar el toque de queda—.

Pensé por un momento que nos descubrirían. Nos dirigimos a la casa, una vez dentro nos fuimos a una recamara para repartir aquellas armas: Ximena y Ádam tomaron las pistolas semi–automáticas, mientras Zoé y yo los revolver.

Una hora después...
Estábamos todos listos, francotiradores por todas partes, arqueras camuflajeadas, 5 personas con basoka y algunas granadas, 1 viejos con sus rifles, fue lo único que logre observar por la ventana de la casa.

El viento soplaba muy fuerte, habían nubes grises y en el refugio había un silencio muy grande, pero esto duró muy poco tiempo, pues después de unos minutos se escucharon llegar carros muy pesados, luego sonó el portón y se escucho una voz muy gruesa que decía: —¡hemos llegado por el refugio!—.