El guardian de piedra 4

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Jork miraba como Jadred se le acercaba por el pasillo, furibundo. La pesada armadura de Leon de Piedra, con su aspecto pulido y metalico tintineaba a cada paso y los ojos violetas de Jadred, que destacaban con su piel color grisacea, la cual recordaba a la roca, estaban envueltos en una mortaja de ira y miedo.
Jork sabia como habia terminado la audiencia con Anduvar, y sabia que mañana seria un dia complicado.
A su lado estaba Ajax contemplando la misma escena.
Ajax era el mas anciano de los leones de piedra, habia luchado codo con codo en las guerras elementales con Jadred. Su larga y densa barba gris que tapaba parcialmente su enorme barrigon, y sus ojos color miel, le daban un aspecto de guardian apacible, pero lo cierto es que incluso el anciano y calmado Ajax tenia en su semblante una mascara de preocupacion.
Jadred no se paro frente a ellos, siguio caminando con paso ligero y ambos elementales de tierra lo siguieron.

Finalmente Jadred hablo, pero no se detuvo.

-Jork, te encargaras de la mitad de los Leones, los necesito en el palacio.-

Jork lo miro con cara de asombro.

-¿Los ciento cincuenta al completo? Jadred sinceramente, no se como los voy a pasar, y mas teniendo en cuenta que la emperatriz no los ha invitado al cumpleaños de su hija.

Jadred se paro en seco.

-Habla con el canciller, habla con la guardia, di que quieres reforzar la seguridad o inventate algo, pero metelos en esa sala para mañana.
Y tu Ajax los otros ciento cincuenta, tenlos listos fuera para intervenir. Preparados para cualquier cosa.

Ajax suspiro, y asintio con la cabeza.

-¿Podemos saber al menos que es lo que pasa Jadred? ¿Que es lo que te inquieta tanto viejo amigo?- Dijo Ajax mientras reposaba su mano izquierda en el cinturon, y se rascaba la panza con la otra.

Jadred los miro a ambos, luego hablo.

-Tiene un golem, y pretende activarlo. Su intención es regalárselo a su hija.

Jork se echo a reir.

-!!Hubiera preferido que le regalara un dragon¡¡ Asi al menos si se descontrola podriamos salvarnos algunos.
Pero dudo que podamos con el entre los trescientos.-

Ajax cerro los ojos. Parecia estar buscando las palabras exactas.

-Viste de lo que son capaces Jadred, si se descontrola...- Pero ajax no termino la frase, Jadred lo interrumpio.

-...convocare un juicio.-

Los tres se quedaron en silencio.
Jork puso una sonrisa amable y bromeo.

-Venga Jadred, estas muy mayor para este tipo de cosas, ademas seguro que no pasa nada. Yo creo que deberíamos calmarnos, ademas si lo activan y se vuelve loco no habrá nada mas que hacer, solo huir.-

-Para eso quiero a los Leones, para que los demás puedan huir. Tengo asuntos que tratar con la princesa Aquaris, prepararlo todo. Confío en vosotros.-

Jadred se marcho a grande zancadas, tan rápido como había venido. Y cuando desapareció al cruzar el pasillo Ajax comenzó a reír sacudiendo su enorme barrigón.

-¡¡El temido Jork, asesino de golems!! Si se vuelve loco seras el primero a quien mate.-

Jork torció el gesto en una mueca de disgusto fingida

-Gracias por tus ánimos, sin duda Jadred pensó que seria mejor ponerme a mi al frente.

-¿Y eso por que seria?

Jork lo miro sonriente.

-Porque no tengo la barriga de una mujer embrazada, y por que no tengo las patas tan cortas como tu.-

-Yo no soy paticorto.- Dijo Ajax malhumorado.

-¿Entonces admites estar embrazada?-

Ajax abrió los ojos sorprendido.

-Yo no he dicho eso.-

Jork se acerco y se puso a su lado, con la mano apoyada en la espalda de su compañero.

-Tienes que ponerte a dieta Ajax, los chicos hablan a tus espaldas, dicen que con esa barriga podrías parir un ciervo, con cuernos y todo.

Ajax torció el labio inferior, ese era el gesto inconfundible de que estaba claramente molesto.

-Eso no es cierto, los demás Leones me aprecian por mis aptitudes.-

-Humm durante el día si, pero por las noches hablan del tamaño de tu cinturón Ajax.-

Ajax ya no tenia claro si Jork se vengaba por el comentario del golem o no, lo cierto era que Jork disfrutaba con la conversación y Ajax ya no sabia que pensar, así que corto la molesta conversación con Jork de raíz.

-Bueno, tenemos cosas que hacer. Tu eres el segundo al mando, no te lo tendría que decir yo que soy el tercero.-

Jork asintió y ambos se despidieron como camaradas.
Jork se marcho a buscar la forma de hacer pasar a ciento cincuenta hombres a una sala a la cual tenían prohibido el acceso, y Ajax, cuando perdió de vista a Jork, se paro a mirar su reflejo en una armadura.

"Bah, no estoy tan gordo." Penso para si mismo.

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