Ya debería saberlo, al menos ya debería haber cambiado algo...
La prolongada decadencia en la que nos hemos visto envueltos, no es igual para todos. Eso quiero creer. Imaginar que la longevidad de una vida no depende de una medida cuantitativa. Ojalá y mi propio criterio lo viera de esa forma, pues por más que lo intente mi mente no aterriza en la veracidad de mis propias premisas.
Cuento con que el tiempo me arregle algún día, pero y si ese día jamás llega... ¿Qué espero si no es más que un deseo idílico y absurdo? ¿Qué puedo hacer yo a estas alturas de la vida? Cuando se supone que deba ya saber enfrentarla, cuando se supone que ya debería saber equivocarme y aún así no dejo de sentirme miserable.
A estas alturas... Ya debería saber amar, y a quién amar, ya debería saber quién soy y cómo soy, ya debería tener pensamiento crítico y sentido común, pero... No. Y eso me hace sentir —una vez más— el sabor de la derrota.
Me hago a la idea de lo que está por venir, pero aún sabiendo las consecuencias de mis actos y el triste final de esta vida no dejo de sentirme débil e impotente.
Sé que no puedo frenar el tiempo ni el destino de lo que es obvio, pero al menos un solo día no quisiera sentirme tan miserable.
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Recolectando Fragmentos De Mi Alma Rota
PoesíaNo sé si escribo, respiro o existo al mismo tiempo, pero quisiera no hacerlo. En fin, la siguiente es una recopilación de los fragmentos de mi pasado, presente y futuro a los que llamo alma. Y no son más que intentos de poemas de mi mente averiada q...