Una Pequeña Mentira [HunHan]

2. Extraño encuentro.

El avión aterrizo. Luhan bajo del avión y decidió hacer una llamada para avisar que llegaría pronto a ver a su padre. Cuando terminó de hacer la llamada el castaño fue a buscar algo de comida con el poco dinero que traía, después de comer un poco de ramen en una tienda cercana; abordó un taxi para dirigirse a la casa de los amigos de su padre.
Las calles frías de Busan estaban algo solitarias, afortunadamente Luhan iba abrigado, así que para él pasaba algo desapercibido el clima; hasta que llegó al domicilio donde lo esperaban.

Al llegar él se encontró con su padre que lo esperaba temblabando afuera de la vieja casa de sus amigos.

—Hijo, que bueno volver a verte.
Le decía alegremente su ya anciano padre a Luhan.
—Papá, por favor si eres tú el que no se deja ver. Estas temblando, mejor entremos a la casa. Le dijo LuHan y abrazó alegremente a su papá.

En la casa de los ancianos amigos de su padre, los recibieron gustosamente para después ofrecerles algo de comer y comenzaron a platicar todos en el pequeño comedor de la cálida casa.

—No quiero arruinar el ambiente - dijo el anciano a Luhan y a su padre.

—Pienso que es mejor que descansen un poco.

Ellos asintieron y se fueron a descansar a una habitación de la pequeña casa.
—Luhan, quiero comentarte algo.
Dijo el anciano al castaño en voz baja mientras su padre tomaba una ducha.

—Tú padre nos contó que tiene una deuda, al parecer es con unos mafiosos. El les pidió un préstamo y ahora como siempre no sabe cómo hacerle para pagarles, por eso te hablé, esa gente es peligrosa, podría estar en peligro. Le decía en voz baja al chico.

—Gracias, No se preocupe, hablaré con mi padre e intentaré resolverlo-.
Le decía Luhan con un amable gesto intentando disimular su preocupación para que el anciano no se diera cuenta de que tan preocupado estaba, porque sabía que esta vez era delicado el problema.

Ya en la habitación cuando su padre salió de ducharse, decidió hablar con él.

—Padre, tú sabes más que nada porque estoy aquí. ¿¡Porqué siempre tienes qué meterte en problemas a causa de las apuestas al juego!?
Le dijó Luhan a su padre seriamente.

—Hijo, lo siento, no era mi intención meterte en esto, yo me haré cargo de mis problemas- Contestó su padre algo triste y avergonzado.

—¡Por favor papá, solo quiero ayudarte!. Espero ya no se repita, siempre es lo mismo, sabes que muchas veces hemos tenido que huir por las deudas por tú adicción al juego, comprende además no puedo estar todo el tiempo cuidándote. Decía Luhan a su padre algo molesto y decepcionado; su padre solo mantenía la cabeza baja.

Luhan se sintió un poco mal al ver a su padre algo triste y nervioso, así que con un tono suave le dijo que encontrarían la solución para tranquilizarlo.

—Vamos a salir de esto, después juntaremos mucho dinero, tendremos una casa grande y hermosa como siempre hemos soñado. Tu hijo ganará mucho dinero para que vivamos una vida cómoda. Este mal trago pasará pronto, no te preocupes tanto-. El chico le mostró una sonrisa y luego lo abrazó.

Su padre se tranquilizó un poco y después el chico continuó.

—¿De cuánto es la deuda esta vez? - Le dijo a su padre y este le enseñó una nota con una enorme cantidad.
—¡Ohh Dios! ¿¡Cómo es posible que sea tanto, papa!?- Dijo con ojos abiertos como platos.

Su padre le explicó que ya llevaba días con la deuda y que con intereses llegaba a esa cantidad, aunque claramente era una excesiva cantidad de intereses. LuHan obviamente no tenía permitirse pagar esa cantidad así que lo pensó y decidió que debía ir a negociar y hablar sobre excesivo pago.
Aún preocupados, él y su padre decidieron dormir ya que era muy noche, y por lo pronto, descansar era lo mejor que podían hacer por ahora y dejar el problema para el día siguiente.