Capítulo 5: Parte 2

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Me despierto en una estancia completamente negra, pero por alguna razón me puedo ver a mí mismo. Me levanto del suelo confuso y una voz retumba por toda la habitación.

-Te dije que no deberíamos estar ahí...

Un hombre sale de la oscuridad absoluta, es alto, más alto que yo. Tiene el pelo largo, negro azabache. Es delgado y va de traje con guantes blancos, nunca había visto uno en tan buen estado. Lleva gafas, detrás de ellas se encuentran unos ojos rojos que brillan como la sangre fresca.

Su mirada es intimidante, parece como si pudiese ver a través de mi alma. Yo no retrocedo ante su mirada, si no que me crezco y respondo.

- ¿Quién eres tú? ¿Mi torturador? - Lo acompaño con una risa de burla

-Ya me gustaría...

El hombre esboza una sonrisa con malicia y cruza los brazos. Yo le miro extrañado y ante tal mirada él chasquea una de sus manos. De repente toda la habitación cambia. las paredes ya no son paredes, el suelo cambia a tierra semi quemada por algunas partes, el cielo se puede ver y estoy en medio de un pueblo en llamas. Él hombre ni se inmuta y parece que la sonrisa maliciosa en su rostro no se va. Él, levanta su dedo y señala a una casa en ruinas, delante de ella yazco yo, de rodillas, en el suelo, llorando a lagrimones. Como si el hombre estuviera hurgando en mis recuerdos más oscuros.

Estoy asustado, no sé si estoy vivo o muerto o tan siquiera en un sueño, pero el hombre parece muy tranquilo y eso es lo que de verdad me está asustando.

La habitación vuelve a la normalidad tan rápido como pasó a ser mi pesadilla personalizada.

-Dan... Ahora estás en mi terreno, ¿Qué se siente al no poder controlar la situación?

- ¿Tu terreno? ¿Cómo sabes mi nombre?

Pregunto yo, confuso.

-Sí, Dan, mi terreno por fin. Controlo por breve tiempo este espacio a mi antojo. Pudiendo hacer incluso que mueras y revivas tantas veces como quiera, sintiendo la angustia de morir una y otra vez...- Su amenaza es acompañada por unos movimientos con las manos que escenifican esto

El hombre se guarda las manos en los bolsillos y delante de mí se materializa una espada de hierro lunar, con su gema y todo preparado.

-Pelea por tu vida, como hacen los demás de tu raza...

Cojo la espada que flota en el aire. esta se adapta a mí al momento. La hago arder con magia ígnea y la empuño con las dos manos. El hombre ni se inmuta de nuevo, parece conocer perfectamente mis capacidades.

Ahora sería el momento perfecto para que aparecieses voz extraña que controla mis poderes...

Todo está en calma en mi cabeza, como si ya no estuviera la voz.

-Parece que no lo entiendes chico...

Esto me descoloca, pero yo me adelanto a que me gane antes siquiera de empezar. Ataco con un tajo descendente desde encima de mi cabeza. A él no parece costarle mucho esquivarlo y me devuelve un golpe como si nada en la nuca con la mano abierta, como de advertencia.

-Eres rápido chico, pero no lo suficiente.

Ante su comentario yo reacciono y doy un golpe en su dirección. Pero él ya no está ahí, me toca el hombro por el otro lado y seguidamente recibo un puñetazo directo en la cara, que hace que escupa sangre en este falso suelo.

-Parece que si no tienes tu poder no puedes si quiera vencer a un hombre desarmado. -Dice él con desdén.

-Devuélveme mi poder, hagamos una pelea justa.

Mi Demonio InteriorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora