Ya estábamos reunidos en la carpa de nuevo. Solo faltaban por llegar Aiden y Fernando, y nada mas pensar en ellos, Aiden apareció por la puerta, apartando las cortinas por la mano.
-¿Donde está Fernando?- preguntó Dan.
Aiden se encogió de hombros.
-¿Deberíamos empezar la reunión sin él?- dijo Galia.
-Si, no creó que tarde demasiado en llegar.- afirmé.
Galia se aclaró la voz.
-En fin, Zoe y yo hemos estado hablando. Ella me ha contado todo lo que sabe, y yo a ella también. En las montañas están los restos de un laboratorio de genodex improvisado. Nadie ha pasado por ese lugar en unos cuantos años y supongo que debe de tener algo de información que pueda sernos de interes.-
-¿Te refieres a las montañas del fondo? ¿Las de color negro?- preguntó Dan.
-Si, hay rumores de que experimentaban con las criaturas que habitaban en ella. Como los Locks.-
-¡Pobres serpientes voladoras!- exclamó Kilian infantilmente.
-Creo que para esta misión de investigación deberían acompañarnos Kester y Sunday, ya que es un terreno por el que se manejan bien.-
Ambos Locks hicieron un gruñido de afirmación.
Entonces, entró Fernando jadeando por la puerta.
-¡Aiden!- exclamó mientras recuperaba el aliento. -¿¡Donde narices estabas!?-
-Estaba... Por la zona oeste.-
-¡Por ahí te estaba buscando!- sacudió la cabeza. -Arg, da igual. De que va la reunión.-
Le explicamos el plan.
-Si, yo estoy de acuerdo.- asintió con los brazos cruzados. -Supongo que vosotros también.-
-Yo creo que es un buen plan.- afirmó Dan. -¿Qué decís?
-Yo lo veo.- dijo Kilian con el pulgar arriba.
Los demás asintieron.
-Genial, pues vamos a por ello.- dije contenta. -¿Cuando empezamos?-
-Si queréis empezamos mañana.- dijo Fang
-Si, esta movida será mucho para solo medio día.- dijo Owen.
-Si queréis os llevo a vuestras tiendas de campaña.- se ofreció Galia. -La hora de la cena es a las ocho en punto en otra cabaña grande en la zona oeste.-
-La conozco perfectamente.- dijo Fernando mirando de reojo a Aiden.
-Vale, segidme.- dijo Galia indicándoles la salida.
Se levantaron de los sitios y comenzaron a seguirla, yo me giré para seguirla también. Pero Dan me puso la mano en el hombro.
-Zoe. Quería decirte algo.-
-¿Si?-
Entonces, Aiden se acercó a mi.
-¿Puedes venir un momento?-
-Pues...- por un momento dudé.
-E-es urgente.-
Suspiré
-Esta bien. Luego hablamos, Dan.- dije despidiéndome.
Aiden y yo salimos de la cabaña.
-¿Y bien? ¿Que querías?-
-Eh...- no parecía que supiera nada.
-Vale, sé que no tienes nada que contarme.-
Aiden se ocultó de nuevo en su capucha. Metí la mano por su capucha y le revolví el pelo. Actuó como un gato al que no le gusta que lo toquen. Sonreí.