Estaba en la habitación, haciendo la mochila, recogiendo todo lo necesario. Hacía buen tiempo, pero no creo que en la montaña haga calor. Así que me dirigí al pequeño armario en el que había dejado la ropa para buscar mi chupa de cuero negra. Entonces, alguien se asomó por la cortina que hacia de puerta.
-¿Ya tienes todo preparado?- era Owen.
-Casi.- respondí mientras rebuscaba entre la ropa.
Otra voz sonó detrás de Owen.
-¡No se te olvide la crema solar!- Kilian asomo la cabeza por debajo de la de Owen. -Se te pueden quemar los mofletes.- dijo estirandose la cara.
Ambos entraron en la estancia. Owen portaba una mochila parecida a la mía. Kilian... En fin. Llevaba una bolsa medio vacía.
Cogí la chaqueta y me giré a ellos.
-Kilian, ¿No necesitas nada más que eso?- dije señalando a su bolsa.
-Ni lo intentes.- dijo Owen sacudiendo las manos. -Yo no he conseguido nada, no creo que tu hagas progresos.
-¡Cierto!- dijo animado. -Llevo todo lo necesario aquí mismo.- levantó la bolsa con aire triunfal.
-Genial.- me até la chaqueta en la cintura, cerré la mochila y me la puse en la espalda. -Vamos con los demás.
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Cuando llegamos a la plaza, ya estaban todos allí. Zoe estaba tranquilamente hablando con Galia y Fang. Aiden hablaba con Fernando. O más bien Fernando hablaba, Aiden estaba tapado con su capucha en silencio observando... ¿A Galia? No lo se, la verdad.
-Ahí están los tradones.- dijo Fang.
-¡Oye, oye! ¡Que no es culpa mía!- dijo Kilian
-Nadie ha dicho que sea culpa tuya, Kilian.- suspiró Fer.
-Lo sé, pero es para aclarar.- entrecerró los ojos.
-Pues eso te atribuye aun más la culpa.
-¡Pero ya he dicho que no es culpa mía!- agitó los brazos
-Aun así...-
Entonces intervine yo.
-Vosotros dos, ya basta.- dije mientras les separaba. -Empecé un poco tarde a preparar las cosas, solo eso. Yo soy el culpable de que llegásemos tarde.
Zoe se acercó a mí y me puso la mano en el hombro.
-Lo importante es que estamos todos aquí, ¿No es cierto?-
-Siii...- afirmaron Kilian y Fernando con desgana.
-Basta de tanta cháchara ¿Todos preparados?- dijo Galia mientras miraba a cada uno de nosotros.
-Por supuesto.- afirmó Zoe. -Venga, ¿A que esperamos?
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El camino a la montaña era pesado y aburrido. La montaña estaba cubierta de una mullida alfombra de césped, que crujía bajo nuestros pies. Si alzabas la mirada al cielo, se podían divisar a las serpientes voladoras que estaban a varios metros por encima de nuestras cabezas, escoltándonos hasta nuestro destino.
Todos nosotros andabamos distribuidos en dos grupos. En el grupo de delante estaban Fang, Galia y Zoe. Aiden estaba oculto tras ella. En el de atrás estabamos Kilian, Owen, Fernando y yo.
-Que te apuestas a que voy hasta esa piedra de allí y vuelvo en menos de... ¿Veinte segundos?- dijo Kilian animado.
-Otra vez no.- Suspiré, aunque no parecía que me estuvieran escuchando.
-Diez. Y una barrita de chocolate.- dijo Owen tentado por la apuesta.
-No creo que sea una buena idea...
-Trato hecho.- me cortó Kilian, mientras saltaba de un lado a otro tratando de calentar.
-Yo cronometro.- levantó Fernando la mano. Se fijó en su reloj de muñeca y alzó el pulgar señalando que estaba preparado.
-Va, va, va.- Kilian estaba más animado que nunca.
Me crucé de brazos, y continué caminando.
-Preparados, Listos...
-¿Que estáis haciendo?- parece que el revuelo llamó la atención a Zoe.
-¡Ya!
Kilian salió como un rayo.
-Ah, claro.- Zoe se percató de que Kilian estaba compitiendo por comida.
El chaval había llegado a la roca de la que hablaba.
-Cinco segundos.
Entonces esprintó hacia los chicos
Llegó a tal velocidad que una ráfaga de viento me revolvió ligeramente el pelo. Fer asombrado pulsó el cronometro.
-Comida.- ordenó Kilian.
Owen se sacó a regañadientes la barrita de uno de los bolsillos de su mochila y se la tendió al hiperactivo chico.
-¿Y esto es normal?- preguntó Galia a Zoe.
-Más de lo que crees.
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Al cabo de un rato llegamos a la falda de las negruzcas y aridas montañas. El ecosistema era seco y abundaba de arbustos y altos arboles de un tono similar.
-Para reducir el tiempo de búsqueda de los laboratorios nos dividiremos en tres grupos.- explicó Galia.
-Pensé que ya sabíamos donde estaba.- dijo Owen.
-Sé que se encuentra en estas montañas, solo que esta oculto entre todo este terreno.-
Eso nos desanimó un poco, aunque a Kilian no le parecía importar. No creo que este muy atento debido al subidón de azúcar.
-Podéis hacer vosotros mismos los grupos. Creo que estáis perfectamente capacitados para esto.- aclaró Fang.
Owen, Kilian y Fernando ya parecían haber hecho uno de los grupos, así que me dirigí hacia donde estaba Zoe. Caí en la cuenta que justo a su lado estaba Aiden oculto en su capucha sin decir una palabra. Sus ojos verdes se toparon con los mios. Desprendían un aura siniestra que intenté evitar.
-Genial.- dijo Galia con una palmada. -Yo estaré con Fang, Sunday y Kester. ¿Veis ese árbol que se distingue entre los demás?- señaló hacia una conífera más alta que las demás. -Mañana a esta misma hora debemos estar allí con por lo menos indicios de la ubicación de los laboratorios abandonados. ¿Queda claro?
Nos miramos entre nosotros y asentimos.
-Tenemos mochilas con provisiones para cada grupo.- anunció Fang. Puso unas mochilas pesadas en el suelo. -Intentad que no se acaben, podemos estar aquí mas de dos días intentando encontrar el objetivo. No bebáis el agua de los ríos, puede parecer que es potable, pero no lo es. Lo mismo digo con las criaturas del bosque, no las intentéis cocinar.-
Cuando todo pareció estar en orden comenzó la búsqueda de los laboratorios.
