Louis, Liam, Zayn, Niall y Harry son cinco niños que por diversas circunstancias de la vida terminan en un orfanato. Pronto los cinco chicos son inseparables pero con el tiempo, algunos de ellos serán adoptados.
Lágrimas y dolor llenarán sus vidas...
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—Ésta es la última foto de Louis se sacó aquí y en ella también está su última sonrisa antes de irse—empezó diciendo Johanna, con el retrato entre sus manos.
La mujer se sentó enfrente de los chicos en su sofá de flores y al dado de sus hijas biológicas, Lotti, Daisy y Emma, todas con un semblante triste.
—Joanna, he hablado con Louis, me llamó en la madrugada...
—¿Si?, ¿Que te dijo?, ¿Está bien?—dijo la mujer muy entusiasmada.
—No exactamente, no me contó nada de él solo....
Lotti, la hermosa chica que les abrió la puerta el día anterior, interrumpió a Zayn.
—A ver si lo adivino, te llamó para pedirte dinero, ¿me equivoco?.
Zayn y Niall se miraron.
—Mi hermano es para lo único que llama, lo ha intentado con todas nosotras desde que mamá ya no le mandó más—dijo Daisy, la niña que les había abierto la puerta.
—Es cierto, Louis solo se acuerda de nosotras cuando necesita dinero, para todo lo demás, es como si estuviésemos muertas.—dijo Emma, la que parecía la hermana mayor.
—¿Que pasó señora?, ¿por qué Louis se comporta así?.—dijo Zayn.
Johanna apretó la foto fuertemente contra su pecho y miró a sus tres hijas.
—Cuando trajimos a Louis del orfanato, tardó mucho tiempo en acostumbrarse a vivir con nosotros, él tenía 16 años y estaba muy unido a otro de los chicos, uno con asma llamado Harry. Louis sólo pensaba en volver a buscarlo al orfanato y varias veces se escapó de casa y de la escuela, pero nunca llegó allá. Con el tiempo desistió un poco pero estaba muy triste, era muy frío con nosotros y no era se esforzaba ni era buen estudiante, aún así, lo queríamos como nadie, yo me desvivía por él incluso encubría sus malos hábitos ante mi marido.
—¿Malos hábitos?.—dijo Niall
—Si, varias veces me encontré a Louis con revistas de chicos...emm.... autosatisfaciendose y emm..., así descubrí que era gay, además siempre repetía un mismo nombre cuando... emm terminaba su.... emm... eyaculación, en sus sueños, en sus desvaríos cuando tenía mucha fiebre, siempre era el mismo nombre, Harry.
—¿Harry, nuestro hermano?—dijo Niall de nuevo.
—Si ese, una tarde después de descubrirlo, vino a mi y entonces hablamos, él a pesar de todo no entendía muy bien porque le ocurría eso, él me contó que quería mucho a Harry como hermano, pero en los últimos meses desarrolló otro tipo de sentimientos hacia él y que estando lejos de él se habían echo más intensos. Entonces llegamos a la conclusión de que Louis estaba enamorado de ese chico llamado Harry, el que consideraba uno de sus cuatro hermanos.
—En serio, a Harry pero él es nuestro hermano ¿como iba a amarlo como pareja?—dijo Niall muy asombrado, todo lo contrario a Zayn, que no dijo nada.
—Si y por eso Louis vivía atormentado por lo que sentía por su hermano, se castigaba a si mismo por sentirlo, así que empezó a beber, a fumar y a salir hasta altas horas, a acostarse con chicas que ni conocía. Al principio era de vez en cuando pero poco tiempo después se juntó con malas compañías y luego lo hacía cada día. Cuando mi marido se enteró lo castigó severamente, lo encerró y días después, en ese cumpleaños, se escapó.
—¿A dónde se fue señora Tomlinson?.
—Él llegó al orfanato, pero Berta le dijo que Harry ya no vivía allí, que lo habían adoptado una pareja de los Ángeles, él volvió una tarde que mi marido no estaba y me pidió dinero para ir allá, estaba dispuesto a encontrarlo, así que le di el dinero, pero antes de poder irse el y sus amigos se lo gastaron en bebidas y otras cosas, entonces volvió a pedirme más.
—¿Usted se lo dio, le dio más dinero?—preguntó Zayn.
—No, esa vez le compré el billete de avión y le dije que fuese a una oficina de correos y se abriese una cuenta, así yo le mandaría el dinero para poder seguir buscando a Harry. Los meses pasaron y Louis no regresó aquí, ni tampoco encontró al chico. Pasó un año y Louis tampoco regresó y además dejó de pedirme dinero, aunque seguíamos hablando por teléfono, siempre me decía que estaba bien pero su voz no sonaba así.
—¿No supo lo que pasó?—Dijo Niall.
—Hace unos meses mi marido murió y lo llamamos para que viniese al funeral, pero él dijo que no, que no vendría al entierro, que no podía regresar, volvió a pedirme dinero, pero yo no se lo mandé, luego llamó a sus hermanas pero ellas tampoco se lo dieron, no supimos nada de él desde entonces, le llamamos pero ya nunca nos coge el teléfono.
—Vaya esto no nos lo esperábamos... ¿y ahora que hacemos Zayn?.—dijo Niall.
