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— ¡Arghhh! ¡Rui! ¡Reduce la velocidad, reduce la velocidad! — el grito de Akira, le llegó fuerte y claro a través del pequeño dispositivo de comunicación que estaba en el oído de Doumyouji, haciéndolo estremecer.

Rui murmuró algo incoherente y entonces Doumyouji oyó que se reía. Para su horror, oyó el grito de miedo de Soujiro seguido de otro de lucha. El ruido y la estática que le llegaban a su oído le molestaban, y tuvo el impulso de quitárselo. Llevó un dedo a su oído, tratando de ajustarlo.

— ¿Qué sucede?—preguntó Tsukushi, viendo que la cara de Doumyouji se torcía con una mueca. Estaban sentados cómodamente dentro del restaurante, y al notar la extraña expresión facial de Doumyouji, hizo su menú a un lado — ¿Aún no te envían ninguna instrucción?

— No —murmuró Doumyouji — Pero suena como si Rui torturara a Soujiro y Akira. Nunca pensé que fuera un sádico.

— ¡Idiota! ¡Vas a chocar el carro de atrás si sigues dando reversa! —gritó Akira.

— Me pregunto si hay alguna forma de apagar esta cosa —dijo Doumyouji — Todo lo que obtengo es información inútil.

— Ah hombre, ese es otro cheque que tendrás que escribir—dijo Akira. Soujiro murmuró algo, y otra vez, la voz de Akira se escuchó, fuerte y clara.

— ¿Hola, hola, Tsukasa? ¿Puedes oírme?

— Puedo oírte perfectamente — murmuró Doumyouji — De hecho, demasiado bien. ¿Cómo estuvo el viaje?

— Estuvo bien —mintió Akira — De todos modos, pudimos coger un lindo parqueo delante del restaurante, así que puedo verte a ti y a Makino perfectamente. Solo te informo que puedo ver a uno de tus agentes dirigirse hacia el restaurante. Es una mujer con el pelo gris, ten cuidado con ella.

Doumyouji se giró hacia la ventana y a su señal, Tsukushi hizo lo mismo. Al otro lado de la calle estaba estacionado el elegante convertible de Rui, aunque ahora un poco abollado y raspado en el lado. La cara de Soujiro estaba pálida y parecía nauseabundo, y el pelo de Akira había sido tan azotado por el viento que parecía como si hubiese estado en una montaña rusa. El único que parecía indemne era Rui, que sonrió en su dirección como si nada hubiese pasado.

Como predijo Akira, una mujer con el pelo gris entró y se sentó a unas mesas más allá de ellos.

— ¿Ya has ordenado? Recuerda que las mujeres embarazadas tienden a ser un poco más particulares con lo que comen —le recordó Akira. Se oyó un murmullo y luego Akira dijo — Apropósito, Soujiro recomienda las pizzas a la leña. Por lo visto son muy buenas.

Un camarero vino para tomar la orden y Doumyouji le preguntó en voz bastante fuerte si las recomendaciones del chef estaban bien para una mujer embarazada.

— Así es, señor —contestó el camarero rígidamente, obviamente ofendido por el hecho que Doumyouji pensara que la comida no fuera óptima para una mujer embarazada.

— Muy bien, entonces, ¿Qué me recomienda en cuanto a las pizzas de leña? —preguntó Doumyouji. Él aclaró su garganta y declaró en voz fuerte y bastante orgullosa para que lo escucharan los demás clientes — ¡Ah, a propósito, mi novia está embarazada!

— Que bien, señor —contestó el camarero, otra vez, malhumorado.

— ¡Tsukasa, el punto es ser sutil! —le recordó Akira — ¡Deja de ser tan descaradamente obvio!

— Bueno… —dijo a propósito Doumyouji— Ella no está embarazada, pero últimamente, su barriga ha estado creciendo más y más. Realmente, realmente, me pregunto a que se deberá.

Family Planning(hana Yori Dango)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora