Estaba nervioso, hoy era el gran día para cualquier persona, llegaría caminando de la mano de mi madre, hasta llegar a los brazos de Abel. Solo podía llegar a ver las masas de personas que se acomodaban en los asientos, no podía creer que me casaría algún día y menos en una reunión de la realeza, siempre quise casarme, pero creo que mi sueño exagero un poco por lo que veo.
––¿Feliz? ¡Al fin te voy a ver atado! Pero... Ya no verás traseros conmigo –hablaba Coralay acomodándome la corbata, su tono descendía de feliz a triste.
––Coralay –dije levantando su mentón–. Sabes que nunca dejaré esa mañana –agregué un guiño que la hice sonrojar.
––Bueno, eso espero, ya que tu "Abelcito" tiene uno, dado por los dioses –se relamió.
––¡Nunca cambias Coralay! ¡Ni siquiera para mi boda! –exclamé entre risas.
––Y yo que pensé que me casaría antes que tú, pero mírate todo hecho un señorito, listo para su gran día –aclaró dejando el clavel caer dentro del bolsillo del terno.
––Tengo muchos nervios –aclaré apretando mis manos.
––Todos los han tenido, no veo por qué tú no. Esto es algo muy especial y si Abel te lo pidió, es porque no se equivocó, eres la persona perfecta para él y él para ti –estiró una de mis mejillas.
––¡Auch! –me quejé.
––Perdona, pero no puedo sonrojarte como lo hace Abel naturalmente, yo, tengo mis trucos –dio una sonrisa macabra jalando la otra.
––Vamos ¿Ya están? –preguntó Agnes.
––Sí ya está –afirmó Coralay jalándome hasta la limosina que nos llevaría hasta la enorme celebración.
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MI CENICIENTO© [REESCRIBIENDO]
Любовные романыMuchas veces hemos visto y oído las diferentes historias de princesas, su vida termina siempre en un final feliz y ahí acaba, es tan fácil soñar con una vida así, que hasta el tiempo se nos va, sin saber si algún día lograremos conseguir un destin...