15- JACHIRI

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  La vida de Achanqara cambió radicalmente, de ser la niña consentida a pasar y hacer trabajos para otros y ser responsable de sus acciones. La Emperatriz Jingu, es muy estricta y no permite ni el más mínimo berrinche. Así fue como descubrió su primer castigo. En la cena del primer día que estaba allí, prepararon la comida comunitaria. El plato principal era arroz con curry, un curry muy espeso y gran cantidad de vegetales. Achanqara se sentó y esperó a que le sirvieran. Shiori le colocó frente a ella su cuenco con comida y una cuchara, ya más adelante aprendería a usar los palillos. Achanqara da el primer bocado y, acostumbrada a comer los guisos a base de papas, tomates, choclo, zapallo abundante y carne, esta comida le sabe desagradable.

- ¡ No me gusta! ... ¿Tiene otra cosa?... –le pregunta de manera insolente.

- Shiori!!!... – llama la Emperatriz.

- Si, señora.... –le responde la aludida.

- Te llevas a la niña y que limpie los baños de todo el campamento. Que luego se bañe y se acueste a dormir. Te aseguras que lo haga. ¡No le pierdas pisada! - le dice con voz calma.

Shiori que aún no había terminado su cena, mira a Achanqara con odio. Ella se queda sin el postre, esa noche se serviría dorayaki (79) por culpa de esa niña.

- Vamos Achanqara! –le dice empujándola fuera de la mesa.

Ni bien se fue de la mesa otra niña se robó su plato se lo comió todo.

Achanqara mira cómo todas las demás cenan y ella no. Además Shiori, la está llevando hacia un lugar y no sabe qué es lo que va a suceder.

Cuando llegaron a la vivienda de Shiori, ésta le dice:

- Ahora debes cambiarte de ropas... - y le entrega unas prendas viejas y rotas. –Cuando estés lista me avisas...

Achanqara solo asiente con la cabeza. Al poco se aparece frente a Shiori con las prendas andrajosas y algo sucias.

- Bien... toma este cubo de agua, el cepillo, esta pequeña pala. – y le entrega todo lo antes dicho. – Vamos, debes hacer muchas cosas antes de dormir y es muy tarde ya... -le dice molesta ya que se da cuenta que la niña va a demorar más de lo pensado en hacer todo lo que la Emperatriz solicitó.

- ¿Adónde vamos? – le pregunta asustada.

- Vamos al palacio a iniciar las tareas de limpieza de los baños. Allí es el primero.

Caminan en silencio hasta el palacio, que en realidad es una construcción un poco más grande que el resto, pero con grandes adornos en la entrada y en sus laterales. Por dentro no hay mucha diferencia entre la casa de Shiori.

- Esto es el baño, - le dice corriendo de costado una puerta pequeña – debes limpiarlo completamente. Destapar las cañerías de desagote de la bañera. Los pisos –y le da una barra grande de jabón duro – debes fregarlos a mano con el cepillo. Esta es la única salida y yo te estaré vigilando. Cuando termines aquí continuaremos con el siguiente.

Achanqara mira desolada a Shiori y trata de no llorar y de contener las lágrimas.

- ¿Me vas a ayudar? – le pregunta ansiosa, con la esperanza de recibir ayuda.

- No, te estaré vigilando solamente, la Emperatriz solicitó que debes hacerlo sola.

Se da la vuelta y se sienta en la entrada del baño dándole la espalda a Achanqara.

Esa noche fue muy larga para Achanqara, Shiori no la dejó descansar ni un momento, los tres baños comunitarios fueron los más complicados, no tanto por su tamaño sino porque mientras limpiaba, los usaban y no terminaba de limpiarlos definitivamente. Ya casi al alba, Shiori la llevó hasta una vertiente.

SUMA - LA HERENCIA DEL PASADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora