Capítulo 13. El otro sujetavelas.

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Andrea parpadeó, perpleja.
-Entonces... -Dijo Noa, separándose de nuevo de ella. -¿Nos vemos?
Andrea frunció el ceño.
"¿Nos vemos?" Pensó ella. "¿Es lo único que piensa decirme? ¡Es más soso que...! Y se le ocurrió que Ilena se habría inventado algo del tipo "más soso que un demonio de agua dulce". Práctico y sin gracia alguna.
Andrea dio un paso atrás, alejándose de Noa.
-Pues adiós. -Y se marchó.










































































"¿Qué he hecho?" Se repetía una y otra vez.
-¿¡¿Pero qué he hecho?!? -Gritó sin darse cuenta, mientras se cubría el rostro con su almohada de Yuri on ice.
Se incorporó y se llevó una mano a la cabeza, con la el cojín en el abdomen.
-¿Por qué? ¿POR QUÉ LO HE HECHO? -Se repetía.
Una puerta se abrió con estruendo, dejando ver a Yaiza, la hermana de Andrea, pasar al cuarto.
-¿Qué haces? ¡Papá y Mamá ya están durmiendo! -Le lanzó un cojín de Junjou Romantica a la cara. Andrea lo agarró y se empezó a dar golpes con él en la cara hasta cansarse.
-Soy idiota. -Dijo Andrea, aunque era difícil escucharla entre aquel shippeo de Anime.
-¿Qué dices? -Dijo Yaiza. -No te oigo con eso. -Dijo señalando al cojín.
Andrea lo apartó.
-Soy idiota. -Repitió.
Su hermana se rió con malicia.
-Eso ya lo sabía, y en realidad lo había escuchado a la primera. -Recibió su cojín de fujoshi y casi fue derribada con él. Andrea volvió a aferrarse al de Yuri on Ice, apenada, a lo cual su hermana reaccionó sentándose a su lado.
-¿Qué pasa? ¿Te has hecho algún spoiler sin querer? -Dijo, tratando de alegrar a su hermana pequeña.
Andrea se limitó a mirarla, pero su rostro no sufrió ningún cambio.
-Oye, sabes que puedes contármelo todo...
Andrea apartó la mirada.
-¿Para qué? ¿Para que te vuelvas a reír de mí vilmente?
Yaiza se rió ante la expresión, pero rápidamente cambió su actitud.
-No es eso. Sabes que soy más mayor que tú y que, por lo tanto, tengo más experiencia. Podría aconsejarte.
Su hermana pequeña ladeó la cabeza.
-Qué va.
Pasó un rato en silencio hasta que Yaiza comprendió que lo mejor era dejarla sola, hasta que estuviese lista para hablar, de modo de que se levantó y se fue a su cuarto.

Andrea sacó su diario.

12 de agosto de 2017.
Hola de nuevo. Sé que escribí antes, pero siento la necesidad de contarle esto a alguien. Lo de ser sujetavelas fue un éxito, pero el resto del día fue un auténtico fracaso. Conocí a un chico, Noa, la persona más parecida a Seven que jamás haya conocido nunca. Pero ¿sabes? Le mostré lo bien que se me da cagarla siempre. Debí haberle pedido su número, ¡o al menos SU GOOGLE+! YA NADIE USA ESA BASURA, PERO AL MENOS PODRÍA STALKEARLE.
Me siento miserable, y no quiero contárselo a nadie. Ni siquiera a mis amigas. Creo que nada puede alegrarme ahora... Aunque voy a escuchar a BTS.

Cerró con fuerza su diario y volvió a arrojar su cojín al otro lado del cuarto, con ira. Después de un rato escuchando a sus novios coreanos decidió ducharse. Su ropa y pelo olían a fritanga de feria. Yendo por el pasillo, su hermana la detuvo.
-¿Quién es Noa? -Le preguntó súbitamente.
Andrea palideció. ¿Qué...? ¿Cómo...? ¿Qué acababa de pasar?
Yaiza posó la mano en su hombro.
-¿Eooo? Te digo que quién es Noa.
Andrea parpadeó y se giró hacia ella, con el ceño fruncido.
-¿De qué hablas? -Dijo, mintiendo. ¿Se suponía que acababa de descubrir que su hermana era una bruja adivina? ¿Una vidente tal vez? ¿Y si utilizaba sus poderes en su contra por haberle robado el puddin el otro día? Estaba muerta.
-No sé, tenías esto pegado en el hombro. -Levantó la mano y enseñó un papel amarillo.
Andrea se lo arrebató sin previo aviso. Había algo escrito, y, al leerlo, se le encendieron las mejillas cual barriga de Teletubbie.
Me lo he pasado muy bien. Estaría bien hablar otro día, ¿verdad? Detrás está mi número.
-De tu amigo, el otro sujetavelas, Noa.

"Este es mi año" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora