Deseos de un cupido [Viktuuri/Yuuvik]

3

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— Viktor...

— Lo siento — sonríe de una forma triste de nuevo. Da la vuelta y sigue caminando; ahora por una calle más despejada.

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—No puedo creerlo— tengo frío y no puedo evitar sentir una tensión por encima de mis hombros.

—Yuuri.

—Es mi primera misión.

—Yuuri.

—¡Como salió tan mal!

—¡Yuuri!

Invade mi concentración exclamando mi nombre.

—Minami que no lo entiendes, ¡si esto empezó mal terminará mal!

—Eso solo depende de lo que hagas ahora.—cruza los brazos—Debes ponerle más esfuerzo.

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Ok.

Ahora comenzará todo, está es la verdadera batalla. Al menos ya sabes cómo es su apariencia física, se supone que estudian la misma carrera así que será fácil observarlo de cerca.

—Muy bien..

Paso por paso me adentro más a lo que es una llamado Universidad. Es tan confuso e intrigante ver lo que viven las personas todos lo días.

Necesito encontrarlo pronto para charlar, no puedo perder más tiempo.

Los pasillos de las instalaciones están repletos de personas yendo de un lugar a otro; otras caminando o simplemente charlando de algunas cosas.

Al entrar a mi aula el sudor por mi cuerpo fluye de manera más rápida y frecuente. Es el momento de entrar.

—Bu-buenos di...— entro intimidado por las extrañas miradas fijadas en mi. Como si nunca hubiesen visto un chico como yo.—días...

Termino adelantando de manera que nadie pueda visualizar bien  siquiera mi silueta. Quiero esconderme en un rincón y que dejen de mirarme.

—Tranquilo.

—¿Mm?—alzo la mirada.

—Solo están curiosos ya que es extraño que entre alguien nuevo entre por estas fechas—sonríe.

—Oh, si...

Conservamos un silencio incómodo durante unos largos segundos. Si nadie habría la boca esto solo se convertiría en una charla extraña.

—Me llamó Milla.

Sorprendido, levantó la mirada y respondo— Y-Yuuri Katsuki.

—Jaja, que lindo.—sonríe. No puedo evitar colorarme ante su luminosa sonrisa.—Al ser nuevo no haz de conocer a muchos. Por qué no vienes conmigo.

—Claro.—respondo un poco nervioso de cómo pasó todo tan rápido.

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—¡Yuuri!— Milla sacude su brazo llamando mi atención desde lo bajo del aula. Camino escaleras abajo y le acompaño.

—Estas listo para conocer a...no se, tal vez tus próximos amigos— sonríe.

—Eso creo...

—No te preocupes. Verás, al principio pueden parecer un poco fríos y locos, pero te llevarás bien.—asiento con la cabeza.

Hasta ahora, lo poco que he convivido con Milla ha sido muy reconfortante, el hecho de saber que al menos no estaré muy solo durante el tiempo que me encuentre aquí. Es bonita y simpática, no es de extrañar que ya tenga a su alma gemela junto a ella. Tal vez incluso yo les uní y no lo recuerdo.

Espero que ella sea de ayuda para encontrar a Viktor. Si ahora él se encuentra entre su grupo de amigos, todo sería más fácil.

Caminamos varios metros fuera del edificio para dirigirnos a un pequeño jardín; ahí yacían varios estudiantes con sus libros y mochilas. Creo que dormir ocho horas no es algo garantizado para un universitario viendo sus rostros cansados.

—Hola chicos.

—Milla dónde estabas.—pregunta un peli-negro un poco más alto que ella.

—Miren, él es Yuuri Katsuki, un alumno de nuevo ingreso. Le traje para que al menos tuviera rostros conocidos mientras se adapta a la universidad.

—No controles con quien me relaciono.

—No dijiste eso la vez que te presente a Otabek—ríe burlona mientras se acerca al peli-negro.

—¡CALLATE!

Observo al rededor buscando a un chico alto peli-plateado, aquel con el que tendría que encontrarme.

Viktor, no te encuentras frente a mí, tampoco a los alrededores y la que parecía ser mi única oportunidad para hablar contigo se convirtió en solo un encuentro casual.

Si estás herido, ¿por qué es tan difícil ayudarte?

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