Deseos de un cupido [Viktuuri/Yuuvik]

5

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Un día normal de Universidad, logre ubicar él aula en la que te encuentras Viktor. Creo que es hora de hablar.

—Hola Yuuri.—Milla toma asiento al lado mío.

—Hola.

—Espero que ayer te la hubieras pasado bien.—sonríe.

—Jaja, nunca había tenido tan buenos amigos.

Su marca del corazón brilla. Es señal de que ya estás con tu alma gemela Milla, y creo saber bien quien es.

Sonríes cálidamente. Eres una chica maravillosa y en serio deseo que no sean las cosas difíciles para ti. Por más que quisiera quedarme a tu lado para cerciorarme de ello, creo que hoy en nuestro último día de charla.

—Milla...si por alguna razón, llegara a...

Un nudo en la garganta evita que termine mi frase.

—¿Hm? ¿Si llegaras a que?

—N-nada, no te preocupes.— agito mis manos en forma de negación.

Sé que hoy sería mi último día, si ya sé dónde está Viktor lo único que queda es el final.

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Viktor, es aquí donde inicial el final.

—Nos vemos.— te escucho decir desde el punto donde te encuentras. Te despides de unas personas.

No dudo en seguirte poco después que te alejas. Después de todo, no fue tan difícil como imagine después de nuestro tropiezo ese día por la ciudad.

Caminas entre calles y puestos, incluso té detienes en algunas partes pero antes de poder acercarme vuelves a avanzar sin previo aviso.

Tu parada fue el mismo parque que hace unos días visitaste a media noche. Donde vi por primera vez una forma tuya que ocultas para los demás.

No es de noche Viktor, no creo que encuentres aquella luna tan hermosa como esa. Son cosas que pasan una vez cada siglo (no literalmente).

Ahora no es una luna lo que te cautiva, sino un atardecer carmesí. Prácticamente parece salido de un cuadro donde el autor supo plasmar perfectamente los sentimientos.

—Viktor.—pronuncio tu nombre a manera que captes mi atención. No hay vuelta atrás.

—...Tu...

—No sé si me recuerdes, pero no importa.—me detengo a un lado tuyo—solo...

Piensa.

—¿Quieres hablar?

—Hablar. Tal vez sea eso lo que necesite.—sonríe.—Aunque no se bien de que podría hablar con alguien que acabo de conocer.

—¿No es eso mejor? Si es un extraño, de esta manera no tienes compromisos o miedos que te lo impidan. No te juzgará ya que no te conoce bien como para hacerlo.

—...tienes razón.

Un silencio breve inició en ese momento y termino después de que pronunció su primer palabra.

—Que opinas sobre el amor.

Que no podría opinar.

—Exactamente qué quieres que diga.

—No sé, podría ser si haz tenido algo de cuento de hadas o incluso una desilusión.

—Creo que...en realidad no soy bueno en cuanto a experiencias personales.

—Vamos, no creo que pueda ser tan malo.

—...Bueno.—distraigo la mirada y cuelgo mi mano por detrás del cuello—Conocí a alguien que tenía el corazón roto; estaba muy destruido y necesitaba ayuda, sin embargo era difícil ayudarlo jaja.

Tensa su mandíbula.

—No supe mucho de aquella persona, sin embargo era más transparente que el agua y podría notarse lo solitario que se sentía. Creí que mi tarea era ayudarle y...creo que yo terminé enamorándome.—sonrío.
Lentamente gira la mirada hacia mí.—Aun así, es solo una historia de la cual creo nunca sabré el final.

Viktor, se que sabes a quién me refiero.

—Ahora que te he contado mi historia, sigues tu.—piensa un poco y prosigue.

—Bien. Yo conocí a alguien hace tiempo, era especial y siempre estuve convencido de lo que sentía por esa persona. Nunca creí que sería traicionado vilmente después de todos los años que pasamos juntos. Fue tan devastador para mi que incluso pensé en acabar con todo, exagerado ¿no?—sonríe triste.

—No lo creo. El amor puede convertirte en eso, alguien que pierde esperanzas. Sé perfectamente el significado del sentimiento, es traicionero; si ayer estuviste saltando de alegría, hoy puedes estar con un cuchillo en la garganta.

—Cierto.

Viktor, ahora que te haz abierto a mi, puedo ayudarte a regresar al que eras antes. No volverás a sufrir y estarás con tu alma gemela, me encargaré de ello yo mismo.

No me importa que eso me mate poco a poco.

—Creo que, es hora de que vuelvas a ser el mismo de antes.—tomo su hombro—Olvida a quien te lastimó.

Adiós.

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Me enteré de lo que pasó en CD.MX. 😰, solo les deseo fuerzas ❤️. Iba a actualizar ayer pero no lo creí pudrente ¿como están?