●The Hotel● ●Larry Stylinson●

20. "Mentiras"

El taxi se estaciono frente a su casa.

Harry le indicó que lo esperará, ya que no llevaba el dinero suficiente.

Abrió la puerta de su casa y advirtió a Anne viendo la televisión.

-Mamá, ¿Podrías prestarme cinco dolares?-. Pidió avergonzado.

Anne se exalto por la presencia previa de Harry.

De su bolsa sacó los 5 dolares exactos y Harry los tomó agradecido.

Le pagó al buen hombre y volvió a casa.

Anne lo miró con suma atención. Su bebé estaba mal, lo podía notar a miles de kilómetros.

Lo hundió en sus brazos, debilitando más. Harry comenzó a llorar en el calido abrazó, sintiendo el amor maternal en su corazón.

-Es el colmo Harry, ese hombre te ha hecho mucho daño, tienes que alejarte de él-. Ordenó.

-Lo se mamá... pero esta vez no fue su culpa y tranquila, me alejare... nuestro destino era conocernos, pero no estar juntos, ahora lo comprendo-. Contestó en medio de lágrimas.

Después de unos minutos más de cariño, Harry se fue a su habitación.

Era media noche, Gemma y Anne estaban en el quinto sueño, pero Harry no podía dormir.

Se levantó y tomó su billetera. Había un bar cerca de su casa, aunque nunca le había llamado la atención.

Miró su celular...7 llamadas perdidas de Louis.

Bufo y tomó una chamarra aleatoria y salió de casa.

Se dirigió con paso rápido al bar. Pudo distanciar a un hombre calvo que cuidaba la entrada. Sacó su credencial que aseguraba su mayoría de edad y la mostró al hombre. Esté le accedió la entrada.

No había mucha gente. Se sentó en un taburete enfrente del barman.

-¡Hey! ¿Qué vas a tomar?-. Preguntó con tono cansado.

-Un whisky, un ron, un tequila, un vodka, lo que sea, solo quiero olvidar un mal rato-. Contestó.

El hombre lo miró dudoso y aceptó.

Bastaron unos segundos para que el hombre le extendiera un shot.

-Es tequila-. Avisó.

Harry asintió. No sabía de bebidas, solo había oido de ellas, no sabía como reaccionaria ante ello, solo había probado vodka.

Se lo tragó sin pausas. Hizo una mueca sintiendo como el mal sabor invadía su lengua y paladar. Agitó su cabeza y pidió otra cosa.

-¿Bacardi?-. Aconsejó.

Harry solo asintió.

El hombre le dio otro... y otro... y otro.

Después de unos 10 shots, Harry comenzaba a sentirse "mejor".

Creía que el suelo se movia y comenzó a reir sin parar.

Nunca se había emborrachado. Tomó otros 5 shots. Ya no podía más. Quería ir a casa.

Dejó algunos billetes sin saber el verdadero precio, tal vez sobraria, pero eso no le importaba, o no lo sabía.

Comenzó a guiarse por las paredes. El bar estaba cerrando. Comenzó a caminar por la calle obscura, sin saber muy bien a donde ir. Camino unas cuadras a la izquierda y luego unas cuantas a la derecha, regresando de donde venía.