Los muertos también se enamoran- [Mi novio es un fantasma]

☆¸.♡Capitulo 3 ☆¸.♡

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Narra Jay.

Estaba aburrido, sentado en mi propia lápida mirando el cielo y pensando, ¿que pasaría si se enterar de que estoy muerto?
De verdad me gusta Abbie Tiene algo que millones de chicas no tienen, apuesto a que ha tenido contacto con cosas sobrenaturales.

Salí de mis pensamientos y saque un cigarrillo y luego lo encendí.

-Parece que los viejos hábitos nunca mueren - me dije a mi mismo.

Estaba arto de estar aquí pudriéndome, pero siempre que hablaba con la Señora Mary, ella me decía que los muertos que seguimos aquí tenemos una misión importante en este mundo.
Solté humo y luego un suspiro, pensando
-Puedes estar rodeado de personas y aún así sentirte completamente solo.

No recuerdo muchas cosas de cuando yo aún vivía pero, recuerdo que vivía con mi mamá, papá y mi hermana pequeña. Un día llegó un soldado y se llevó a papá y nunca volvió. Mamá estaba muy triste y mi hermana y yo huimos de casa por la guerra. Mi hermana murió antes que yo, tuvo una desnutrición, lo que le causó la muerte y yo....pues....morí después de que la guerra terminara, me había quedado solo, robando comida y sobreviviendo por mi cuenta, hasta que llegó un día en el que no sentía nada, ni frío, ni sueño y así note que mi vida había terminado.

Seguía pensando cuando escuche voces.

-Hasta que despiertan!- grite

Otros muertos empezaban a salir de sus viejas lápidas, no todos, la mayoría ya habían sido juzgados, solo quedaban  algunos que "tenían una misión importante en este mundo."

-¿!Cuál es tu problema Jay?!- Me dijo la de al lado.

-Mi problema es que...- no termine de hablar porque estaba lloviendo.

-Wow

-Yo me voy de aquí- salí del cementerio y salí a caminar entre la lluvia.

Narra Abbie

Estaba en casa, sola, hoy no tenía clases y quería ir al cementerio pero había empezado a llover.
Me decidí por ver una película en mi cuarto. Baje a la cocina y prepare una palomitas.

Subí a mi habitación y escuché ruidos afuera de la ventana, que estaba abierta.

Cerré la ventana, sentía gotas de lluvia caer en mi cara, eran frías y pensé que era mi imaginación.

Mire mi mesita de noche en busca de mi celular y vi otro sobre negro con un paraguas con gotas. Este sobre decía dentro:

"La lluvia cae y sigo sin sentirla, pero cuando te miro puedo sentir algo en el fondo del corazón que tenía antes."

La verdad no entendía nada de estas notas, alguien había entrado a mi casa.
Esto empezaba a asustarme.

Continuará...