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Miro por la ventana cansada del largo viaje que he recorrido junto a mi padre... Me gusta pensar que todo eso es para ver a mi mejor amiga Jade; aunque sepa que no es verdad. En realidad mi madre se va de viaje con unas amigas y yo me voy a vivir con papá. Siento que soy un mueble; alguien se debe quedar conmigo, sin importar nada más.

Me fijo en las gotas de agua; tan trasprentes y brillantes, sin secretos; con distancia entre ella, temblaban y se ayudaban unas a otras. Cuando ambas se juntaban caían a gran velocidad dejando un camino tras ellas.

Han pasado casi cinco minutos mirando a las gotas aunque papá había dicho hace media hora que en 15 minutos ya habríamos llegado.

Agotada, me cubro los ojos con las manos y las apoyo en mis rodillas.

Las aparto poco a poco viendo borroso, y fijandome en mis Vans negras y viejas.

-Ya estamos cielo.

Gira bruscamente el brazo y el coche todoterreno negro da un giro de 180° estampándome contra el cristal.

Admiro el cartel blanco y verde con la pintura medio borrada y en letras negras y enormes: "Gold Coast"

Estampo mi cabeza contra el asiento de delante: "Prepárate para quedarte en este pueblo por un tiempo". A veces mataría a mi subconsciente y a su negatividad.

Llegamos a un barrio de casas blancas con grandes y limpios ventanales, sus grandes y verdes jardines van a juego con los tejados de estas. Recuerdo cuando Jade y yo jugábamos de pequeñas en Navidad con la manguera y nuestras madres nos reñían ocultando una sonrisa.

Esto me traía muchos recuerdos.

-En esta calle vive Jade, ¿no?

-Si.-Me mira de reojo, no sé lo que esperaba que dijera ahora, la verdad. Pero le ofrecí una sonrisa. Falsa, pero sonrisa.-Ya estamos cerca Destiny.

¿Mi nombre? Lo mejor, me describía. Fue una de las pocas cosas que mis padres pudieron hacer juntos y bien.

Comencé a mirar por la ventana a la gente. Señoras que hablaban entre ellas, niñas pequeñas que paseaban a perritos, niños con un balón, viejos dando pan alas palomas.. En fin, era un pueblo agradable, no tenía porque estar taan mal la verdad. Podrían ser un cambio a mi forma de vida. Hay playa, naturaleza.. ¿Que más quiero? Si a esto no se le puede llamar "lugar perfecto de vacaciones" no sé a que se podrá.

El coche comienza a parar. Me desato el cinturón y salgo del coche; me "estiro" y respiro tras salir de ese claustrofóbico lugar al que mi padre llamaba: "El hermoso hijo que nunca tuvo"...Sin comentarios.

Me miro reflejado en este y me arreglo las arrugas que se habían formado en mi camiseta negra de Nirvana.

-Destiny, vamos.

Camino hacia la puerta de mi 'por un largo tiempo' casa, mientras mi padre apaga, cierra o algo el coche con un mando a distancia diminuto que acto seguido se guarda en el bolsillo.

Pone la llave en la cerradura y la empieza a girar mientras me fijo en el enorme Elmo que lleva de llavero. Ruedo los ojos como respuesta a este.

Avanzo por el pasillo detrás de mi padre y comienzo a subir la escaleras.

Suena un teléfono, y mi padre corre a atenderlo mientras me dice que deje mis maletas.

-¿Qué maletas, si las llevas tú?-Susurro; aunque al darme la vuelta no lo encuentro, por lo que da igual.

Entro en mi habitación o lo que yo recordaba como ella. Tan rosa, tantas flores, tantos ponis y bichos de colores... Buff, esto necesita un cambio.

Me tumbo en la cama mirando hacia el techo, sorpresa mía al darme cuenta que está lleno de mariposas de colores.

-Mierda... Un largo tiempo...

Me cubro la cara con un cojín y me tumbo hacia abajo intentandome olvidarme de todo.

Never Be - Calum HoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora