15 Running

193 21 3
                                        

Bostecé mientras rascaba mi espalda y abría la puerta de mi armario, ¿qué me podía poner para correr? Solo tenía vaqueros, camisetas, mi inusualmente utilizada falda y chaquetas varias. ¿Qué coño iba a hacer? No iba a correr con vaqueros y una chaqueta de cuero.

Realmente no tenía pantaloneni ni ninguna mierda de esas para hacer deporte.

-Joder...- Miré el 7:18 del despertador. - Va a estar aquí en cuestión de... - Detuve la mirada en mis piernas desnudas con solo un cullot negro ajustado.

No había nada mejor, así que puse por mi cabeza una camiseta negra con una X en blanca en el centro.

Bajé las escaleras satisfecha con mi elección. Me calcé mis Converse y recogí mi pelo con un moño mientras revisaba cada 3 segundos la pantalla de mi móvil.

En el momento en el que giré el pomo y abrí la puerta pude ver la sonrisa de Michael. Sus rosados labios formaron una suave y dulce sonrisa.

-Hey.

-Hey. - Observó como cerraba la puerta lentamente para no molestar a mi padre. - ¿Estás preparada? - Me miró de arriba a abajo y luego dirigió su mirada a mis castaños ojos.

-Obvio. - "Que va." Le dí un codazo a mi conciencia por mi negatividad.

-¿Con Converse? - Señaló a mis pies.

-Por supuesto. - Dije. Incluso ofendida. - ¿Hay algo más cómodo?

-Veo que alguien piensa como yo. - Rió ligeramente y comenzó a correr.

Comencé a seguirlo por detrás, intentando llevar su ritmo.

Era imposible. Él iba un par de metros delante de mi, y cada vez que hacía el esfuerzo de acercarme, era en vano. Michael se giraba cada minuto y se reía de mi. Mi aliento y fuerzas comenzaban a fallarme, por lo que me detuve sin importar el ritmo de Michael. Presioné mi hígado para apartar el dolor mientras doblaba mi destrozado cuerpo.

-¿Estás bien Des? - La preocupación en su voz me hizo alzar la mirada y observar sus fruncidos labios y ceño.

-Sí..-Jadeé. -Sólo...Te dije que no estaba acostumbrada. - Intenté reír para despreocuparlo.

-Vamos a descansar un poco, ¿te parece?

Asentí y él me llevo del brazo al banco que se encontraba frente la casa vecina.

-No sueles hacer mucho deporte, ¿cierto? - Dijo riendo mientras yo caía rendida sobre el banco.

-La verdad es que no. - Reí mientras él tomaba lugar a mi lado.

-Tranquila, no pasa nada. - Me devolvió una sonrisa y apoyó su hombro en el respaldo y giraba su cuerpo hacia mi.

Me incomodé un poco por recibir toda su atención, aunque por otra parte, me gustaba.

-Y... - busqué tema de conversación. -¿Cómo está tu amigo?

-Bueno... - Rodó los ojos. - Fue todo por una chica.

-Oh. - Aparté la mirada de él.

Eso debería ser precioso; que alguien estuviera mal por ti. Que se sintiera vacío como yo al no escuchar a Kurt Cobain, que necesitara sentirme como una manta rodeando tu cuerpo en unas fría noche, que cerrara los ojos solo para ver tu sonrisa con la misma ilusión que el abrir los ojos el día de Navidad para un niño pequeño. Realmente necesitaba a alguien que se preocupase de mi. Jade lo hacia, pero no de esa manera.

¿Lo haría Luke? Después de abrazarme y verme subir al coche de mi padre, ¿cerró los ojos rendido y volvió a su casa golpeando piedras con sus zapatos? No lo sabía, aunque la respuesta me estaba pareciendo necesaria.

Never Be - Calum HoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora