Calum Hood

399 32 0
                                        

Lunes, cansancio acumulado y trabajo. No podría haber nada mejor para empezar.

-Destiny, esos pantalones que llevas están rotos.

-Son así papá.

-Entonces se te mancharan tus lujosamente rotos pantalones.

¿Man- qué? Haber, no estamos comprendiendo nada. Yo vengo aquí para que me dejes en paz y darte el martillo o lo que sea. Si crees que me voy a meter dentro del motor del coche y a revolcarme en el aceite lo llevas claro. Para eso está ese chico, yo voy a pasar allí el rato y a distraerme.

-Son ya las 9, ves abriendo que ya es hora. - Ruedo los ojos, ¿acaso no lo puedes hacer tú?

Me subo los pantalones y me agacho intentando subir la persiana metálica. No puedo. Voy a hacer un poco más de fuerza. No. Lo vuelvo a intentar.

Me levanto y me seco el sudor. Nada.

-Joderr..

No puedo con ella. No puedo, de verdad. Ahogo un grito de rabia y hago fuerza. Se levanta al instante, sin apenas esfuerzo.

-Pero com..-miro a mi lado.

Lo primero que veo es una camiseta blanca y ligeramente manchada, unos pantalones negros pitillo rotos por las rodillas y unas  Converse negras y viejas como las mías. Me fijo en su piel morena y en su pelo negro y revuelto con unos pocos distinguibles rizos. Sus ojos son oscuros y tiene una nariz ancha.

-Gracias por la ayuda, pero podía yo sola Ca...-Me paro al no recordar su nombre.

-Calum. Calum Hood.- Cruza los brazos y se apoya en la pared mientras me mira de arriba a abajo.- Y no creo, un dato princesa: Se hace fuerza hacia arriba, no abajo.

-¿Te cree que soy imbécil?

-Era solo un dato.- Se acerca a mi y me acorrala. Me empieza a gustar este chico, veo a lo que va.

-Mira Calum, - le empujo hacia un lado- esto te funcionará con tus vecinitas de 13 años que se pintan las uñas de rosa y mueren por liarse con un tío mayor que ellas.-Sigo andando.

Solo se oye el silencio, y mis pasos.

-Lo que eres tu.

Me giro lentamente. ¿Cómo? Enserio pero a ver, ¿cómo?

Ando hacia él y nos quedamos a centímetros de distancia.

-¿Qué?

-Además de niña, sorda.- Niega con la cabeza.- A tu padre se le dan bien los coches, pero las hijas..-Ríe.

-A mi no me hace ni puta gracia.

-Tranquila fiera, ya iras aprendiendo.- Se separa de mi y se aleja. Para a mi lado.- Prefiero las rebeldes como tú.- Me susurra.

No sé porqué, pero me he quedado quieta, sin respiración.

Hasta que no dejo de oír sus pasos no reacciono.

Giro la mitad de mi cuerpo para mirar atras.

De verdad, no entiendo lo que me acaba de pasar.

Never Be - Calum HoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora