cuarenta y tres.

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yoonieto
hay que volver, rápido.

abus
qué? que pasó? recién vinimos hace tres días, yoongi. Era una semana

yoonieto
es namjoon

cortó con tu amigo

estoy preocupado, me mandó muchos mensajes y me llamó más de veinte veces

tengo mensajes de voz de él llorando

tengo que ir allá

abus
le dejo el teléfono a tu abuela, y vamos, ya me levanto

yoonieto
rápido por favor Jungkook

abus
ahí voy, ahí voy, hablamos cuando esté en camino

ya estás en tu casa?

yoonieto
sí sí













Jungkook

peque
ya estoy afuera, bebo, salí

gatito
ahí voy

peque
lpm taetae me mandó a mí también

otra vez voy a tener que ir a consolarlo

gatito
otra vez?

peque
sí, el dia que te mandé el primer mensaje. Fue porque le mandé una foto del bondi y me dijo que había un número, y bueno, para hacerlo sentir mejor te empezamos a joder

gatito
shook

q cliché lpm

peque
bue, no te quejes

SALÍ NENE DALE

gatito
toy bajando

CASI ME CAIGO LPMSMKSMW

peque
DALE TARADO

(+)

YoonGi salió casi corriendo del departamento, agarró la muñeca del menor y corrió torpemente lejos de ahí, para poder llegar a tiempo a la casa de su mejor amigo. Su teléfono seguía sonando por los mensajes que éste le mandaba, el pálido estaba preocupado, sabía que el chico había estado más de un año enganchadisimo del pibe, y que esto haya pasado justo cuando tenía la oportunidad de estar con él, era algo que a NamJoon podría afectarlo más de lo debido. Más todavía, con el autoestima que tenía y su anterior depresión.

—Eu, yo me quedo en la parada. Voy con TaeHyung.— dijo el menor, parando de correr y tirando de la mano de YoonGi. Éste asintió y empujó de JungKook hacia él, dándole un corto beso en los labios.

—Dale, me decís cualquier cosa, peque.— Dijo apresurado el pálido, dándose media vuelta y ya corriendo para la casa del morocho.

Sus cortas piernas ya dolían por lo rápido que corría, hasta que llegó a la casa de su amigo, que por suerte, vivía una cuadra lejos de la suya. Tocó fuertemente la puerta, haciéndose un poco mal los nudillos.
NamJoon abrió.

—¿Dónde carajo estabas?

YoonGi levantó la mirada, y se vió con el NamJoon de hace dos años atrás. Sus ojos rojizos, sus brazos levemente rasguñados, su cabello despeinado y sus ropas desalineadas. No contestó su pregunta, y simplemente se tiró a los brazos del más alto. Trató de envolverlo en sus brazos, darle apoyo y transmitir tranquilidad, aún con su pulso acelerado por haber corrido y el miedo ganándolo.

—Perdón, yo no traje papas fritas.

Pronto sintió los brazos ajenos envolviendolo a él también, correspondiendo su abrazo. Y los sollozos del morocho pronto se escucharon, tan fuertes y desgarradores que YoonGi no dudó en entrar totalmente a la casa de NamJoon y cerrar la puerta con su pie.

YOONKOOK CHATDonde viven las historias. Descúbrelo ahora