YOONKOOK CHAT

cuarenta y nueve.

JungKook corre desesperado para la puerta de su casita, se arregla su pelo, se dice lo hermoso que es y que YoonGi no puede rechazar su cuerpo tallado a mano, y abre la puerta esperando un chape que lo haga temblar de pies a cabeza.

Se equivocó.

YoonGi estaba prácticamente temblando de los nervios, no estaba listo, iba a hacer algo mal, ¡Esto no iba a salir bien!
Nerviosamente le dió un beso en la mejilla, tratando de calmarse arrugando la remera que traía puesta, apretándola tanto que sus nudillos quedaron blancos, se sentía un bruto, más cuando hizo a un lado a JungKook para poder pasar de la manera más brusca posible.

No podía, no podía. Pero en serio queria empezar algo con él, lo quería empezar así, lo había planeado hace mucho y cuando leyó el mensaje que le envió, estaba re decidido a por fin animarse. Coger con un chabón era un paso enorme para él, pero eso no quitaba el hecho de que esté por morirse.

Estaba todo chivado, ahre.

—¿Y...—suspiró—ahora tendríamos que coger?

El menor se atragantó con su saliva, que pelotudo estaba YoonGi hoy, #increíble.

Se sentía confundido, además de sorprendido. Siempre había visto al pálido como una persona re cara dura, que le chupaba un huevo todo, y ahora lo veía todo rojo teniendo miedo de darle un beso, temblando como un bebé. Tenía ganas de comerlo a besos, inevitable.

Así que eso hizo porque no planeaba solo quedarse parado, iba a hacer que a YoonGi se le vayan los nervios de la mejor manera.

Se lanzó al más bajo, dejándole un suave beso en la mejilla derecha, sintiendo la calidez de ésta por el sonrojo. Luego la otra, y sonrió cuando vió como se relajaba cuando depositaba uno suave en la punta de su nariz. Era tan tierno, que inconscientemente llevó sus labios a los contrarios. Fue un simple roce, pero fue lo suficiente para hacerle olvidar a YoonGi la razón de sus nervios, y con una confianza nueva en él, agarró la nuca del menor para poder presionar sus labios.

Pronto el beso comenzó a tener un ritmo, lento y suave. Se movían en el mismo compás, y sus lenguas inevitablemente se encontraron.

Sus cuerpos sin siquiera darse cuenta se acercaron como si de imanes se tratasen, las manos de JungKook ya no sabían donde ir, porque quería tocar cada parte del pálido, pero tenía miedo de asustarlo.
Hasta que sintió las frías manos del contrario tomando las suyas, ni había sentido cuando se alejó de su pelo, pero simplemente se dejó llevar, y agarró firmemente los hombros de éste, quien prácticamente lo había guiado hasta ahí.

El pelinegro apoyó sus manos en las caderas del menor, y sonrió en medio beso, caminando a ciegas para atrás, esperando aterrizar en el sillón-cama del living.

Nop, no era el mejor lugar para tener su primera vez.

Pero la tuvieron ahí, já, ¿Cómo te quedó el ojo?

Solo hay algo más; la sensación preferida de YoonGi desde ese día, fue  su piel y la de JungKook rozándose rápidamente por las últimas embestidas, junto al clímax, y junto el "¿Querés ser mi novio?" siendo pronunciando por sus mismos labios.