NATALIELa almohada de mi derecha vibra repentinas veces y lo agarro acostumbrandome al brillo de la pantalla.
De Delfi:
¿Como estás?
¿Podes hablar?
Para Delfi:
Llamame:)
Unos segundos después el tono de una canción de twenty one pilots suena por toda la habitación.
— Hola hola — dice apenas le atiendo.
— Hola — digo entre un bostezo.
— Uh... ¿Te desperté?
— Si, pero todo bien — me acomodo mejor en la cama.
— ¿Tu papá? Va no se como se puede llamar padre a esa mierd...
— No se — le corto — debe estar tomando... como siempre.
— ¿¡Cuando mierda vas a dejar esa casa!? — me grita
— Delfina — le advierto — ¿Llamaste para hablar de mi papá?
— No.
— ¿Y entonces?
— Esta noche la cmk hace una fiesta — me dice y yo suelto otro bostezo — ¿Queres venir?
Lo pienso detenidamente... dios ¿hace cuanto no salgo de joda?... ni siquiera me acuerdo.
— Si — le digo.
— ¿Segura? No quiero que te metas en quilombos.
— Tengo 17 años — le digo — No me puede tener toda la vida siendo una sumisa.
•••
Me miro al espejo y me siento conforme con mi atuendo.
Me gustaría salir de top o con alguna remera sin mangas, pero los moretones de mi abdomen y de mis brazos no son dignos de mostrar.
Mi celular anuncia un nuevo mensaje y lo abro.
De Delfi:
Un amigo de Marcos te pasa a buscar.
En 10 esta ahí.
Para Delfi:
Ok.
Guardo todo en una mochila y me pongo la capucha del buzo; es costumbre ponerme capuchas, las amo y me siento segura.
Salgo con sumo cuidado de mi cuarto y camino de puntitas a la puerta.
— ¿A donde carajo vas?
Su voz hace que todo mi cuerpo se ponga alerta.
— Salgo con Delfi — digo con voz ahogada.
— No — se acerca a mi.
— Papá por fa...
Una cachetada impacta en mi mejilla y me sobo instantáneamente la zona afectada.
— ¿Te pensas que vas a hacer lo que quieras? ¿que te manejas sola? — me agarra de los pelos tirando de ellos con fuezas, yo ahogo un grito de dolor — Igual de puta que tu mamá sos, por eso ella te abandonó.
Ya a estas alturas mis ojos estan rojos de tanto aguantar las lágrimas.
— ¡Deja de mentir! — le grito — Los abuelos me dijeron que vos me alejaste de ella.
Me agarra del cuello y lo apreta apoyandome contra la puerta.
— Mis papás mienten — me dice — fue una zorra y te dejo, y yo todos estos años te cuide.
Que gran mentira. Me maltrata desde que tengo memoria... pero ahora de grande se intensificó.
Su agarre se hace mas fuerte y no puedo respirar bien.
— Te mataría justo ahora — susurra cerca de mi cara.
Con las pocas fuerzas que tengo le meto un rodillaso en sus partes íntimas y aprovecho para salir corriendo del departamento.
— ¡TE VOY A MATAR PENDEJA DE MIERDA!
El no me sigue.
Abro la puerta principal y el aire frío me golpea el rostro.
¡Idiota! me repito.
Le doy golpes a la pared blanca y siento que mis nudillos van a sangrar en cualquier momento.
— ¡Hey! — me grita un chico — Quita bestia — me abraza de atrás sosteniendome los brazos para que deje de lastimarte.
— ¡Soltame!
— Primero respira y después de que te calmes te suelto — me dice en mi oído.
Respiró hondo un par de veces y el va soltando su agarre.
— Eso — me dice y termina de soltarme — ¿Ya estas bien?
Asiento.
— ¿Sos Natalie? — pregunta y recién ahora levanto mi cara para observarlo bien.
Es el chico que me dio los doscientos pesos.
— Si — le digo.
— Me dijo Marcos que te pasara a buscar — me dice — curioso que vivas en el mismo departamento de mi ma... ¿que te paso en el cuello? — se acerca a tocarlo pero me alejo — ¿estas bien?
Asiento y el capta la idea de que no quiero hablar.
DANIEL
— Supongo que te voy a ver después — le digo cuando llegamos a la casa de Marcos.
— Seguro — me dice ella — y de nuevo gracias por la plata, cuando tenga te lo devuelvo.
Le sonrió.
— Ya te dije que no hace falta...
— ¡Eh Daniel! — el grito de Tego no me deja terminar de hablar.
— Anda... todo bien — me dice.
Me acerco y le dejo un beso en el cachete.
— Chau.
— Chau — me responde.
Doy la vuelta y camino hacia donde esta Tego, mamba y Joaquín.
— ¿Quien era? — pregunta Joaquin — Estaba linda.
— ¿Pensas todo el tiempo en cojer? — le pregunta Tego.
— Seguro vos no.
— Por supuesto que si — le dice Tego — pero no todo el tiempo y tampoco lo digo a cada rato.
— Chupame la pij...
— We — los interrumpo — Ya esta.
— Perdoname — le dice tego.
— No wacho, perdoname vos — le dice Joaquín y lo abraza.
Suelto una risa y mamba tambien.
NATALIE
— ¿Que hora es? — le pregunto a Delfi.
— Las cinco y cuarto — me responde.
A la mierda... llegue aca a la 1 y ya son las cinco.
— Me voy yendo — le digo y ella hace puchero.
— Quedate en mi casa.
— No linda — le doy un beso y un abrazo — Nos vemos.
— Cuidate — me dice — Te amo.
Le sonrió y me pongo de pie para cruzar por toda la gente que esta bailando en la sala.
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besos que curan ; dani ©
Fanfic"La vida la ha golpeado, pero nunca la rompera" |LENGUAJE ARGENTINO| Esta prohibida la copia parcial o completa de esta novela.