1. Falsa Alarma.

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La mañana siguiente al Campeonato Mundial de Quidditch fue la más desesperante de todas en la vida de Alexa Diggory. Luego de despertar y bajar de su habitación con su pijama puesto, y de qué su madre le preparara el desayuno, llegó una lechuza parda con el periódico atado a su pata. Se posó en el borde de la ventana y dobló su pata. Cassandra Diggory, la madre de Alexa, depositó cinco sickles equivalentes al precio del diario en una bolsita de terciopelo roja que llevaba la lechuza y tomó lo que le correspondía.

—¡Alexa! ¡Dale un poco de agua a la lechuza! —le ordenó a su hija, y ésta de inmediato corrió a darle un poco de agua al animal en un pequeño recipiente. La lechuza ululó agradecida y, hundiendo el pico en el bol, tragó un poco del contenido.

Después de hidratarse, desplegó sus alas e inició vuelo hacia rumbos desconocidos. La señora Diggory se había sentado en su silla y leía el periódico recién adquirido.

Todo parecía estar en calma, hasta que Cassandra soltó un grito ahogado.

—¡Mamá! ¿estás bien? —se alarmó Alexa. La señora Diggory tembló con su ejemplar de El Profeta en sus manos.

Alexa se inclinó para ver mejor la noticia que tanto había perturbado a su madre. Una foto en blanco y negro de una calavera con lengua de serpiente, estaba debajo de lo que era el titular de la primicia: "Escenas de terror en el Campeonato Mundial de Quidditch".

Alexa se acercó a su madre para poder leer el artículo.

Los errores garrafales del Ministerio ya no pueden ocultarse. Después de la fuga del sanguinario asesino Sirius Black de Azkabán, está claro que hay un serio problema dejando a culpables en libertad.

Todos esperábamos que no hubiese falta de seguridad en el Campeonato Mundial de Quidditch, pero fue todo lo contrario. Luego de que Irlanda ganará por diez puntos a Bulgaria, los magos deberían haber estado festejando por la victoria o acongojados por la derrota, no huyendo al bosque para esconderse.

El caos se provocó cuando aparecieró una cantidad considerable de magos enmascarados lanzando hechizos a diestra y siniestra. ¡Magos tenebrosos yendo por ahí libremente sin que el ministerio hiciese nada!

¿Y ésa se supone que es la seguridad que tenemos? Lamentablemente, nuestro Ministerio es una desgracia nacional.

Si los magos y hechiceras aterrorizados que aguardaban ansiosamente noticias del bosque esperaban algún aliento proveniente del Ministerio de la Magia, quedaron tristemente decepcionados. Un funcionario del Ministerio salió del bosque poco tiempo después de la aparición de la Marca Tenebrosa diciendo que nadie había resultado herido, pero negándose a dar más información. Está por verse si su declaración bastará para sofocar los rumores que hablan de varios cadáveres retirados del bosque una hora más tarde.

Escrito por: Rita Skeeter.

Alexa miró con ojos desorbitados a su madre. Ella tenía sus ojos fijos en el periódico el cual temblaba en sus manos.

—¿Cadáveres? —musitó la señora Diggory, para luego repetirlo varias veces; seguramente imaginaba que su esposo o su hijo eran uno más de la hilera de muertos que los funcionarios dejaron en el frío suelo esa noche.

Alexa se quedó muda observando a su madre levantarse e ir de un lado a otro, inquieta. Ella se sentía de la misma manera. ¿Estarían entre esos cuerpos el de su padre y su hermano, tiesos y blancos como velas?

Su corazón palpitaba en su pecho dolorosamente, angustiado por el hecho de que sus pensamientos llegasen a confirmarse.

Y fue entonces cuándo oyeron a Loki ladrar de manera amigable. Al asomarse, Alexa vio a su padre y hermano acercarse caminando.

Alexa Diggory & El Cáliz de Fuego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora