Beatles de terror

El mal viste de azul

(En este cuento hay una leve escena sexual, sólo aviso)

Era un  día normal para The Beatles. Se encontraban de gira y estaban hospedándose en un antiguo hotel italiano. Acababan de terminar un concierto, eran las once de la noche y no se les ocurría forma alguna para entretenerse, pues no estaban cansados.

  —¡Me aburro!—gritó Paul desde el sillón.

—Yo igual, pero no podemos salir del hotel —dijo un desanimado John.

—Pero podemos explorar alrededor. ¿Saben que este lugar está desde el siglo XXV?—Ringo leía la información del hotel.

—Ringo, el historiador —se burló George, para luego poner atención a la lectura.

—Se dice que aquí se hacían rituales satánicos—continuó—Y la famosa Ouija de Sussethz está en este mismo recinto.

—Vamos a buscarla —propuso Paul emocionado.

—¿Estás loco? Es peligroso usar una ouija sin conocimientos.

—Son tonterías, Rings. Eso lo dicen para atraer turistas.

—Tal vez tengas razón. Hay un acertijo para descubrir el escondite de la ouija.

—Te escuchamos.

—"La siguiente respuesta está en la fuente del conocimiento, y hogar de viejos sabios olvidados".

—¿La biblioteca?—Paul rió.

—Debe ser, vamos.

  Se dirigieron a la gran biblioteca.

—Okey, a buscar esa ouija.

  Cada uno fue por una sección diferente. Paul tomó un libro, y el polvo lo hizo estornudar; mientras John, quien era el más emocionado, buscaba ansioso el objeto, y palpaba esperando encontrar una puerta secreta o algo así.

—Ash, ¿dónde está? —se quejó y recargó en un estante.

  En ese momento el estante retrocedió, haciendo que cayera.

—¡Ahh!—gritó al chocar con el suelo—¿Qué mierda?—miró un pasadizo que iba hacia abajo.

—¿Estás bien? —George lo ayudó a levantarse.

—Lo encontraste —sonrió Paul.

—Vamos—sonrió y se adentró al oscuro túnel.

—Oye, esto ya no me gusta —dijo Ringo.

—No seas marica, narizón. No pasa nada—siguió avanzando y alumbrando con una lámpara que había encontrado.

Después de caminar por varios minutos, se encontraron con un estante donde estaba la ouija y en la pared una escritura antigua.

—Está en latín, estudié un poco. Creo que puedo descifrarlo—Ringo se acercó.

—Ringo, Ringo, Ringo —corearon sus amigos.

—Cállense—rió—Trato de concentrarme. Finalmente logró resolverlo después de unos minutos —. Bien, dice "Si hasta aquí han llegado con vida, suertudos considerarse"—hizo una pausa y tragó saliva—"Retroceded sus pasos, o sufrid la ira de los espíritus que aquí yacen". Ya oyeron a la pared, vámonos—comenzó a caminar.

—Hey, hey, hey—John lo tomó del cuello de la camisa—.Ya estamos aquí, y aparte, debe ser una farsa. Paul, toma esa cosa y vámonos.

Paul obedeció, y al instante una corriente helada pasó por su cuerpo.