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Un nuevo día. Una nueva víctima. Ya es viernes, la mayoría de los estudiantes de ese centro, están nerviosos por lo que sucederá por la tarde. Mientras que los otros, tienen pensado ser castigados a propósito para conseguir atrapar al asesino. Unos lo hacen solo para presumir, mientras que otros esperan atrapar al asesino de verdad.

- ¿Piensas hacer algo al respecto? - Sin respuesta. - Oye, no me ignores. - Nada, no contesta.

Ella sigue sumida en su libreta, dibujando o haciendo garabatos en ella. Cuando vuelve a poner el lápiz sobre el papel, la libreta es arrebatada por el pelinegro, y una raya enorme arruina el dibujo de la castaña.

Dylan sabe que ha hecho algo malo cuando ve a Chris levantarse del banco, caminar hasta él y arrebatarle la libreta. Es entonces cuando sigue caminando mientras que el chico retrocede hasta que su espalda choca contra un árbol.

- Ni. Se. Te ocurra. Volver. A. Tocar. Mi. Libreta. - El pelinegro tragó grueso y asintió repetidas veces, conteniendo la respiración al tenerla tan cerca.

Dylan soltó todo el aire que estaba conteniendo en cuanto Chris dio media vuelta y se alejó.

- Y contestando a tu pregunta... No, no pienso hacer nada al respecto. - Volvió a sentarse en el banco y se terminó el trocito que le quedaba de barrita.

- ¿Segura? Mis instintos dicen que seguramente impedirás al asesino a hacer su trabajo, ya sabes, asesinar.

- Vaya, pensaba que su trabajo era vendedor de picaportes a domicilio. - Dylan alzó ambas manos y asintió con la cabeza.

- Vale, no tiene gracia, perdón.

- Nada, estoy acostumbrada a escuchar comentarios tontos como ese. - Contestó, acordándose de Ally. - En cuanto a tu instinto, - Hizo una énfasis en la última palabra. - me parece que esta algo mal, no veo porque tengo que impedirlo, para algo están los policías.

El pelinegro se encogió de hombros. - Bueno, ya lo veremos. Por ahí se acerca tu amiga, mejor me voy ya.

La castaña no se molestó en despedirse, y en cuanto llegó Ally, Dylan ya no estaba.

- Juro que había visto a Dylan aquí hablando contigo. - Dijo nada más sentarse a su lado.

- ¿Hablar es un crimen ahora? - Ally negó con la cabeza.

- Es que me ha parecido raro que tu y él estuvierais hablando, si apenas me haces caso a mi vas a hacer caso a un maniático suicida, aquí hay gato encerrado.

- Si tu lo dices. - Chris se encogió de hombros y siguió dibujando.

- Siempre le quitas la diversión a todo, tienes que llevarme la contraria, que o si no no es divertido. - No obtuvo respuesta. - ¿Acaso es que tenéis una relación a escondidas?

La punta del lápiz que estaba usando se rompió al hacer presión sobre el papel. Ally fingió cerrar su boca con una cremallera y movió la cabeza hacia delante como disculpa.

- Deja de inventarte historias como esas, es imposible que tenga una relación con ese. - Arrancó la hoja en la que anteriormente Dylan había arruinado el dibujo y la rompió en pedazos.

La pelinegra sonrió al escuchar esa frase y puso morritos mientras asentía. - Ya, claro.

- Te clavaré el lápiz-

- En el ojo como no me calle, si, si, entiendo, futura novia de Dylan.

Chris chasqueó la lengua, su amiga se divertía cuando ella le llevaba la contraria, por lo que prefirió callarse.

¿Cuál es tu nombre? #Wattys2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora