Separados entre Dimensiones

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Frank salió de la cafetería después de acabar con todos los demonios que había dentro, continuaba furioso y disparó contra dos de ellos que se acercaban al lugar.

-No entiendo que es lo que ha pasado aquí pero parece que hay problemas-se fijó en que toda la calle estaba destrozada, con coches estrellados en farolas, gente corriendo siendo atacada, cadáveres por los suelos, papeleras ardiendo-no creo que tenga tiempo para comer, iré al trabajo a ver si como están los demás-le voló la cabeza a uno que iba a atacarle por la espalda y continuó calle abajo.

-Ya nos estamos acercando-comunicó Anna a los demás tripulantes del avión que pilotaba junto a Arturo.

-¿Cuanto queda?-se acercó a ellos John, el novio de María.

-En unos quince minutos habremos llegado a las afueras de la ciudad-le miró la chica-aterrizaremos allí y entraremos andando, estad preparados-

-De acuerdo-asintió María-salvaré todas las vidas que pueda-estaba decidida.

Ronald sintió algo extraño y se acercó por detrás a Elenna.

-Noto una presencia demoníaca en el ambiente, vámonos de aquí-

-¿Una presencia?¿Irnos?¿Cómo?-se extrañó la chica.

-No te preocupes-cerró los ojos y visualizó una zona en el bosque donde podrían aterrizar en los arboles sin lastimarse-listo, vámonos-le agarró el hombro.

-¡Pero, espera!-se le escapó un grito.

-¿Qué pasa?-se giraron todos.

-¿Qué ocurre, Elenna?¿Este te ha hecho algo?-corrió rápidamente hacia ellos María.

Ronald suspiró y la agarró de la muñeca.

-¡Eh!¿Qué haces?-

Antes de que los demás pudieran reaccionar los tres desaparecieron del avión.

-¡¿Cómo?!¡María!-se exaltó John-¿Donde se la ha llevado?-

-¿Cómo ha podido usar magia de teletransporte dentro del vehículo?-se sorprendió Anna.

-Se supone que no podría, Mans tiene sus aviones a prueba de magia-continuo pilotando Arturo sin inmutarse cuando un agujero se abrió justo delante de ellos y un fuerte viento comenzó a atraerlos hacia él.

-Ah, ¿Qué pasa?-se cayó Gloria al suelo debido a las turbulencias.

-¿Qué...qué es eso?-se levantó Billy del suelo como pudo y se fijó en aquel agujero.

-Una trampa de los demonios, estaba bien escondida...pretenden llevarnos a otra dimensión...-

-¿A otra dimensión?¡Cómo que otra dimensión?-la zarandeó John-¿Donde se ha llevado ese tipo a María?-

-Probablemente notó el ataque y salvó a las dos personas que tenía más cerca-intentó explicar Anna.

-No puedo hacer nada...nos va a trag...-antes de que acabase la frase el agujero dimensional engulló el avión y desapareció tras hacerlo.

-Ya está, señor Leanon, han sido enviados donde quería-afirmó Schwarz.

-Perfecto, ve allí y asegúrate de que no vuelvan jamás, haz que ardan en el infierno-

-A sus ordenes-desapareció.

-¿Y yo que hago?, me aburro-suspiró Braun.

-Juega con los hijos de los reyes si quieres, total para lo que nos sirven-miró al suelo, a sus pies tenía los cadáveres de los monarcas de Hudilia, los dos príncipes, de trece y once años se encontraban llorando asustados en una esquina de la sala del trono donde se hallaban.

Crónicas MágicasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora