capitulo 4:el dolor de no verte...

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~•narra: joven Site•~

Site:
Ya había pasado una semana desde la muerte de Romina, sigo sin entender cómo pudo haber pasado esto, me encerré en mi cuarto desde ese día, ya no voy a comer o a jugar con Lyn, solo quiero estar sólo, perdí ala persona la cual fue mi madre.
–es la segunda vez que pierdo a mi familia, por qué tiene que pasar esto?! Por qué tengo que ser yo el que pague las consecuencias de los actos de otras personas?!–
Como sea, hoy al igual que los últimos 7 días me la pasé sentado en mi cama viendo por la ventana como el día pasa, desde que ella se fue todos los días en el orfanato rainwood eran nublados, y no lo digo por depresión, literalmente está lloviendo todos los días, parece que su presencia era lo que mantenía el sol.
–supongo que iré a su viejo taller a reflexionar un poco…–
me levanté de la cama y abrí una compuerta que había en el suelo de mi cuarto la cual era específicamente para ir a un camino oculto que llevaba al taller de ella, solo se podían abrir desde mi lado así que nadie podía entrar por ahí si no era por mi cuarto, fui a su taller pero al momento de entrar no pude hacerlo, había algo muy pesado al otro lado de su compuerta, así que utilicé toda la fuerza que tenía pero no pude hacerlo, tenía que recurrir a pedir ayuda a alguien que si pudiera abrirla así que volví caminando pero en mitad del pasillo se levantó una sombra, está tenía la forma de un toro pero sobresalían espinas de su columna vertebral al igual que sus cuernos eran mucho más amenazadores que los de un toro normal, tenía que hacer algo pero lo único que habían eran clavos muy afilados y largos en el techo ya que el camino estaba por debajo de los cuartos, vi que el monstruo ese era casi tan alto como el techo así que si lo empujaba hacia arriba los clavos harían el resto, respiré hondo y corrí hacia el, el también corrió hacia mí pero sus pasos eran pesados, el suelo empezó a temblar y yo caí al suelo, era mi oportunidad el iba decidido a clavarme sus cuernos así que tome de estos y con un gran esfuerzo lo empujé hacia arriba, por alguna razón no pesaba así que no tuve problemas en clavarlo contra el techo, rápidamente dejo de respirar pero cuando volví a mi cuarto sentí un gran dolor en las manos.
–au… mis manos…– cuándo las vi note que tenía cortes hechos por los cuernos del animal, al parecer al agarrarlos termine por rasparme con algunas de sus espinas, aún así el dolor no tardo en desaparecer, las heridas brillaron levemente empezando a regenerarse de forma casi inmediata, según Romina era algo que sólo yo podía hacer y que era una de las cosas que me hacían especial en comparación al resto, me levanté del suelo caminando hacia la puerta y al momento de abrirla vi a Lyn pasar, rápidamente la tomé del brazo y la jale hacia adentro de mi cuarto.
–Lyn, necesito tu ayuda con algo importante…–

Lyn:
–claro, que es?–
hablamos por un rato y ella aceptó, le di las gracias de corazón y ambos bajamos, al llegar ala mitad del camino había un charco de sangre pero el toro ya no estaba.

Site:
–uhmm…–
no le di importancia ya que esas criaturas eran realmente raras y al igual que la otra criatura pudo haberse incinerado, llegamos al otro lado del camino y una vez allí entre los dos empujamos la puerta con mucha fuerza, al final logramos abrirla y resulta que lo que había estado bloqueando la puerta era una simple caja llena de cosas, ayude a Lyn a salir por la compuerta y luego salí yo, alguien había estado ahí, estaba todo guardado así que supuse que iban a guardar todo en el almacén para así armarlo todo cuando llegue una nueva empleada, yo fui al mueble de costura que tenía Romina y me apoyé en el cerrando los ojos, instantáneamente sentí que había algo aún en el así que abrí los cajones uno por uno asta sacar un pequeño cofre el cual tenía una nota, la tomé y le pedí a Lyn que me la leyera, a medida que avanzaba yo abrí la caja sacando una muñeca con forma de ángel ala cual le faltaba el rostro, sin embargo yo sabía que era ella, sabía que era Romina, cuando Lyn terminó de leer en voz alta la nota la guardó donde estaba y me volteo a ver, mis ojos estaban llenos de lágrimas y ella se acercó a abrazarme, yo correspondí el abrazó llorando aferrándome a ella, en verdad me sentía mal, había perdido a mi madre y una semana después descubrí su regaló de despedida, me sentía devastado en verdad.

Lyn:
lo único que podía hacer era consolarme pero ambos sabíamos que no era eso lo que necesitaba, así que apoyo su frente en la mía y con una voz suave me habló.
–ahora su corazón late a través de ti, no hagas que sufra por qué ella nunca te quiso hacer sufrir a ti–

Site:
Ahora en verdad me dolía pero tenía razón, a ella no le habría gustado verme llorar...
–Entonces no llorare... Por ella...–

TKOTB: The King Of The BloodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora