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Ver a Luhan de pie frente a mi solo hace que mi estomago se revuelva. Él sonríe tratando de parecer agradable pero de verdad que no lo es. La posibilidad de golpearlo esta al acto reflejo de un paso más que de hacia mi y las ganas de cerrarle la puerta en la cara me queman pero se van tan pronto como sus palabras hacen eco en mi cabeza. "Si quieres ver a Sehun puedo ayudarte". Pensar que de pronto quiere volverse mi aliado hace estragos en mi mente, no se como interpretar sus palabras, se que hay algo de tras de ellas pero la angustia y las ansías de poder estar con Sehun un momento a solas pesa más que cualquier indicio de malicia que salga de su boca.

Mi cerebro hace corto circuito cuando me encuentro siguiendo a Luhan, tres pasos atras. No hay palabras, simplemente me dejo guiar por él, llevandome por pasajes ya conocidos dentro del recinto religioso. Entonces llegamos a la sala medica, en donde los recuerdos de estar con él hacen estragos dentro de mi, entro en panico y de pronto el miedo se adueña nuevamente de mi. Quiero correr lejos pero una poderosa  palabra hace que me detenga de nuevo "Sehun" la razón por la que estoy aquí.

A pesar de las palabras de Sehun para mí no cambio nada, mis pies se aseguran de arrastrarme siempre al mismo lugar, preguntando siempre por la misma persona.

Antes de abrir la puerta Luhan se detiene a mirarme, sus palabras me llenan de dudas.

–Esta vez es la última que verás a Sehun, no quiero que lo sigas arrastrando a tus sucios juegos–
Con temor, me limito a asentir con la cabeza, incluso si dejar de verlo es lo que menos quiero.

Al abrir la puerta pude verlo de espaldas a nosotros, tan brillante y masculino como sólo él puede.

–Que querías decirme Luhan– su voz, su fuerte voz me hace temblar, el no me mira hasta que se da la vuelta y todo se detiene, permanecemos mirándonos unos segundos hasta que con un gesto de molestia le habla nuevamente a Luhan. –¿Que es..

–Es la última vez Sehun, encárgate de esto– Luhan corta y sale de la habitación dejándonos solos.
Sehun me mira, está enfadado, puedo verlo, sus labios tiemblan pero aún así es firme al hablarme.
–¿Ahora también follas con mi hermano? ¿A cambio de que te trajo hasta aquí? ¿Una mamada? ¿Te cojera tan duro hasta que no puedas caminar?– sus palabras me duelen, ¿él realmente me cree capaz de hacer eso con su propio hermano?

Mis lágrimas no cesan y tomo fuerza de donde ya no hay para poder hablarle.
–Tu fuiste quién dejó que me tomara a la fuerza, yo no quiero ni estar cerca de él, yo solo quería verte.
Me mira solo por unos segundos que me parecen eternos, pero él ya no dice nada, no hay palabras, solo el calor que por tanto tiempo he anhelado, sus brazos me rodean con fuerza mientras besa mi cabeza y yo me deshago en ellos. Al fin puedo sentirlo.


En realidad sólo venía a decirles que el próximo es el último y que no me odien :'v

ADICCIÓN -XIUHAREM- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora