Al despertar me sentí mareado, la angustia se vino de golpe con mi más grande miedo. Los ojos que me observan lejos de parecer satisfechos, reflejan mi sentir.
Mi estancia en un lugar desconocido solo hizo crecer mis miedos. ¿Mis tíos sabrán que estoy aquí? ¿Estarán enfadados? ¿Me echarán lejos? Miles de cuestiones invaden mi cabeza pero viajan lejos cuando lo veo a él, el hombre con cara de ángel, Luhan. Su mirada refleja enojo, me esta juzgando, esta juzgando a Sehun.
Si estamos en la clínica del pueblo entonces aún más personas saben lo que pasa entre Sehun y yo.
–Sehun, alguien...
–Solo Luhan lo sabe– me interrumpe de golpe y por su voz, se que esta enojado, y en mi cabeza no cabe tal desplante de rechazo, sin embargo suspiro en calma.
–Despues de nuestro acto te desmayaste, no sabía que podría haberte pasado. Tenía que acudir a alguien.
–Lo siento, no pensé que mis deseos me llevaran a tal limite.– Es la verdad, por eso Sehun esta enfadado, si yo no hubiera suplicado en lujuria, esto no habría pasado.
Con expresión más relajada se acerca a mi cama, acaricia mi cabeza y posteriormente mi mejilla, yo me restriego contra su mano, aferrandome a su tacto.
–Lo siento Min– me dice con voz suplicante, con dolor y pena, y en ese momento yo no comprendo nada. Besa mi frente y sin decir más me deja en esa habitación, con su hermano que todo el tiempo, solo ha observado.
Fueron minutos de silencio, el solo me miraba y yo no hacía más que cohibirme en mi lugar. Pronto una sonrisa aparece en su rostro y para mi sorpresa, no causa empatía o algo parecido, causa miedo.
–Sehun es un sacerdote y tú recién tienes 18 años. Me pregunto que pensara la iglesia. Segun se mi hermano es muy querido por el pueblo.
–Por favor no piense mal, le pido que guarde el secreto. Su hermano es una buena persona que cuida muy bien del pueblo en la iglesia.– su sonrisa se hizo más grande y mi cuerpo encendio sus alarmas. Se acerco con cuidado a mi cama y sostuvo mi rostro con una de sus manos.
–Yo tengo un precio y sin importar que Sehun sea mi hermano, yo siempre consigo lo que quiero.– Tan pronto como termino de hablar, ya sus labios se encontraban sobre los mios, la misera bata de la clínica que llevaba puesta desaparecio sin siquiera darme cuenta.
Mi corazón se aceleró, lo empujé con fuerza con mis labios lastimados por su rudeza. Mis lágrimas corrian por mi rostro mientras con mis manos trataba de cubrir inútilmente mi cuerpo.
Lo vi sonreír el solo desabrochó su pantalón y se acerco de nuevo, me arrincone contra el respaldo de la cama buscando un poco de seguridad pero el me jalo con fuerza por las piernas colocándose de inmediato entre ellas. Pedí por ayuda, grite por Sehun, por alguien que me ayudara pero Luhan nuevamente tomo mis labios.Se adentro en mi con furia, provocando grandes sacudidas en mi cuerpo. Mi interior ardía en terror, dolor y rechazo. Él no espero a que mi interior se adaptará y me embistió con fuerza mientras con sus manos contenia las mías que trataban de alejarlo de mi cuerpo.
Un frenesí de embestidas golpeó contra mi y en ningún momento se sintió bien, mi llanto no estaba ni cerca de ser a causa del placer, era puro dolor. Mi garganta dolía a tal extremo que ya mis gritos no eran capaces de ser emitidos.
Su lengua se paseo por mi cuello, bajando lentamente hasta mi pecho, era tanto el asco que sentía, quería alejarme, no quería que me tocarán de esta forma, no él, un demonio en forma de ángel.
Movi mi cuerpo con afán, retorciendome tratando de alejarlo, aunque fue inútil, en cambio recibí una dolorosa bofetada que hizo a mis dientes chocar con dolor.
Mis incesantes lágrimas y mis suplicas no son escuchadas. Quiero que esto acabé, quiero que Sehun me abracé, quiero volver a casa y que Chan se preocupe por mi, que ame.
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ADICCIÓN -XIUHAREM-
FanficMinseok perdió a su abuela y encuentra consuelo en lo incorrecto, en lo inmoral. ~XiuHarem~