💙 CAPITULO 27 💙

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-¿Y bien?

-Debería sacarle una foto

-Debería peinarle mejor el cabello

-Debería llevar un almuerzo ¿No crees?

-Deberían dejarlo irse, llegaremos tarde –vociferó Minho en el auto. Todos los Lee se encontraban fuera, al igual que SooYeon, mirando como Taemin subía avergonzado al auto. Llevaba una playera blanca y pantalones grises, producto de su nuevo ingreso a una institución que le permitiría terminar la preparatoria y seguir con ese sueño que se le vino tan repentino. Claro que esto era algo increíble, ya que tiempo atrás el castaño optó por mantener una vida hogareña y dejar el estudio; pero esa decisión en sus ojos a la hora de hablar de sus nuevos planes contagió a su padre que hizo todo lo posible por apoyarlo.

Ahora se encontraba con una de sus enormes sonrisas, mirando cómo Choi encendía el auto para llevarlo a su octava clase.

-¿Paso por ti? –Taemin negó -¿Paso por ti a la guardería? –El menor sonrió y negó de nuevo. -¿Entonces? –Choi dobló a una esquina y siguió el camino matutino a su universidad, la cual quedaba exactamente a 65 metros de distancia del nuevo instituto del menor, sólo que el pelinegro no se había dado cuenta y menos si Taemin le indicaba una ruta diferente para despistarlo, porque tenía una sorpresilla en mente.

-Te veo luego –y un beso en la mejilla fue suficiente como despedida, dejando a un Minho con ganas de labios. Insatisfecho, bajó del auto con rapidez, antes de que siquiera Taemin pisara la acera; el menor le vio desprevenido y sintiendo como aferraba su mano contra su brazo, pensó en replicar, pero todo se fue muy lejos cuando Minho lo acorraló entre su cuerpo y la puerta del copiloto y sin preguntarle, le besó ahí, enfrente de la entrada principal, a la vista de aquella gente que pasaba, con el corazón del menor latiendo mucho más rápido, deshaciéndose entre los labios abultados y el singular sabor a pasta dental del mayor.

Porque Minho necesitaba de Taemin y sus besos que lo desconcentraban.

La intensidad de besos subió y no quedó contento hasta haber jugado un poco con su lengua. Se separó lentamente y añadió un ligero mordisco al labio inferior, dándose cuenta del estado de Taemin y su boca colorada por la acción. Vaya, sí que había sido intenso.

-Te veo luego –susurró Minho muy pegadito a su oreja, mandando olas de cosquilleos en todo el cuerpo delgado, con esa voz profunda y gruesa que le erizaba hasta el más rígido de sus vellitos.

-D-de acuerdo –feliz volvió a dejar otro beso en el mismo lugar y tomando firmemente su bolso, comenzó a caminar hacia las puertas de cristal. Minho no se metió al auto hasta no ver que Taemin le saludara/despidiera desde la ventana de un salón en el tercer piso.

~**~

El sonido de su móvil llenó la oficina de un tono demasiado estrambótico y miró con vergüenza a todos sus compañeros de trabajo. Su móvil no dejaba de vibrar por lo que terminó contestando o se seguiría escuchando ese ridículo tono de comercial que asignó como ringtone de llamada.

Yoogeun quiere ayudar ❔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora