Es que creo en tu sonrisa. [Muke Clemmings]

Siete

__¿Ya llegamos?

__No.

__¿Ya?

__Dije que no.

Michael manejaba el auto de su madre con Luke sentado en el asiento del copiloto. Este se encontraba inquieto, ya que era un ser demasiado hiperactivo.

El primer nombrado, buscaba con su mirada aquél bar en donde aceptaban que los chicos de diecisiete años en adelante, consumieran bebidas alcohólicas legalmente.

Era por eso que el mayor quería ver como era, sin embargo, Luke aún tenía dieciséis, pero mentirían y dirían que tenía un año más, nada malo.

__¿Ya estamos cerca?

__Luke, voy a lanzarte por la ventana si no cierras el pico.

__No es forma de tratar a este ángel caído del cielo, además, dijiste que ese bar quedaba cerca.

__Rubia, estamos hace menos de cinco minutos arriba del auto, en cinco minutos más llegamos, ¿bien?

__¡Pero manejas como mi abuela! Así llegaremos el día en que Harry Styles salga del closet.

__No quiero matarnos, soy responsable, no como tú.

__¿Al menos puedes ponerme mi canción favorita de Green Day?

__Fíjate que es al auto de mi mamá, y ella escucha Ricky Martin.

__Quiero escuchar mi canción favorita ahora.

__Bien, toma mi celular de la guantera y busca la canción, pero cállate.

__Gracias, Mikey.

__Sí, sí.

Luego de quince minutos, Michael vio la entrada de aquél bar, y notó que era algo lujoso, pero descuidado. Realmente, eso le daba un toque acogedor.

__Llegamos.

__Al fin, satanás.

Luke bajó del vehículo y Michael pudo notar como éste se había vestido, se veía lindo, sus Jeans negros ajustados con una rajadura en la parte de las rodillas, su remera gris algo sencilla pero que él hacía ver bien. Las típicas vans negras gastadas. Su cabello rubio peinado descuidadamente con las manos. Y sus ojos, estos eran el accesorio que más se destacaba en su persona.

Su amigo era simplemente perfecto.

Sacudió su cabeza en negación al darse cuenta de sus pensamientos, y también decidió bajar del auto.

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[N/A: ¿Por qué no lo besa y fue? Me estresan.]