Es que creo en tu sonrisa. [Muke Clemmings]

Veinticinco

Al llegar a la verdulería, que se encontraba dentro de un gran centro comercial, el rubio buscaba con la mirada al vendedor.

Permaneció así unos tres minutos, hasta que un, de hecho lindo, verdulero salió de atrás de unas cajas de plátanos y otras de manzanas y mandarinas con una amigable sonrisa.

Luke se le quedó viendo unos segundos, y se percató de sus ojos color miel, su cabello casi tan rubio como el suyo y de su deslumbrante y  encantadora sonrisa. ¿Le parecía atractivo? La respuesta era un definitivo "sí".

Pero que cosas locas del universo. Ya que el verdulero que se encuentra a unas calles de la escritora de este fic, es un ser horroroso salido de lo más profundo del arrinconado rincón del closet que te dirige al mágico mundo de Narnia. Pero ese sujeto se encuentra no allí, si no en el rincón arrinconado, y para ser peor el muy desgraciado aumentó el tomate.

__Hola, ¿en qué puedo ayudarte?

__Bueno, necesito dos plátanos y medio quilo de kiwis.

__Está bien, dame un segundo.

El verdulero dirigió sus pasos hacia el pedido de su primer cliente del día.

Luke estaba muy concentrado mirando las uvas, hasta que cierta situación lo sacó de su trance. Al levantar la mirada lo vio después de una larga semana, parado justo en frente de ese puesto de verduras, en la sección de las tortas y pasteles.

Era Michael.

Pero se encontraba acompañado de unas lindas chicas con cabellos coloridos como el suyo. Luke frunció el ceño, dándose cuenta que estas dos chicas no eran su estilo, ya que él era gay, pero si eran el estilo de Michael.

¿Alguien pudo escuchar eso?

Fue el corazón de un rubio soñador romperse en mil pedacitos. Estaba celoso, esas sonrisas que Michael le regalaba a aquellas dos, eran suyas. Y le dolía que, por más egoísta que suene, sonría con alguien más.

Tú lo oíste, yo también lo hice, hasta el verdulero que se encontraba saliendo otra vez de atrás de aquellas cajas con la compra de Luke había escuchado aquél "crack".

__Oye, ¿estás bien?

__Claro, dame mis kiwis. Voy a ir a llorar a mi casa.

__Ay, juro que te comprendo. Yo también perdí a mi novia, en un incendio. Fue algo muy triste.

"Seguro y estoy así por esas dos mugrientas con pelo verde pasto", pensó Luke, pero por otro lado, comprendiendo la triste pérdida de aquél jóven vendedor de frutas y verduras.

__Lo siento mucho, ¿ella falleció en el accidente?

__¡Já!, ya quisieras. La muy desgraciada me dejó por un bombero mientras nuestra casa ardía en llamas.

__¿Te estás riendo?

__Lo hago para no llorar, a veces funciona...

__¿Estás llorando?

__¿Y si mejor me pagas lo de los kiwis y los plátanos y me dejas seguir trabajando?

__Uysh, creí que éramos amigos.

El verdulero se seca las vagas lágrimas que nacían de sus ojos y acepta el dinero que Luke le da.

__Oye, déjame darte un consejo...

__¿Qué quieres?

__Las perras van y vienen, no entres en depresión por esa tipa. Yo sé lo que te digo.

__Ni que me importara. Besos. Adiós.

Luke hace un ademán con la mano en forma de saludo, y camina hacia la salida del centro comercial. Pero antes se da cuenta de que Michael está allí con esas dos chicas, según el rubio, mal teñidas.

Sin más, se tapa el rostro con las bolsa de las frutas y pasa por al lado de su mejor amigo caminando extraño, porque es rubio y no sabe disimular, pobrecito.

Pero antes de que cruce el umbral de aquella gran entrada, alguien toma su mano y detiene sus pasos impidiéndole llegar a destino.

__¿Luke?

L:__¿Qué quieres?

__¿Te llegó la regla o qué?

L:__Michael, suéltame.

A:__Hola, soy Alissa.

J:__Y yo soy Jade.

L:__¿Y estamos viendo Disney Channel? Pff, ¿acaso les pregunté?

__Bueno, Luke. Ellas te hablaron bien.

L:__Cállate, Michael.

__¿Qué te sucede?

L:__Oh, miren; soy el señor"desaparezco por una semana sin dar una explicación y luego le hablo a la rubia como si nada".

__Déjame explicart...

L:__No, Mike. Es tu vida, no tengo por qué meterme en donde no me llamaron. Ahora suéltame y déjame ir a ser una persona saludable en mi casa.

Eso le había dolido a Michael. Tanto que decidió evadir el tema para hacer que su rubio amigo se olvidara de la situación.

__¿Estás haciendo una especie de dieta o algo así?

L:__Ajá, ajá.

__No le encuentro un sentido.

L:__Es mi problema, no el tuy...

__Estás perfecto así, es obvio que no la necesitas, Lukey.

¿Alguien escuchó eso? Fue el corazón de Luke juntarse otra vez y latir fuertemente.

Es algo mágico lo que unas simples palabras puedes causar, claro, depende de la persona que te las diga.

A:__¡QUE LINDOS SON!

J:__¡APRENDE DE ELLOS, LISSA!

L:__¿Pero qué mierd...?

A:__¡Yo soy así contigo!, lo que pasa es que nosotras estamos saliendo hace más tiempo, es por eso que no somos tan afectivas.

J:__Te amo, de igual manera. \(•w•)/

L:__¿Acaso ustedes son una pareja o qué?

AyJ:__Sí.

__¿No dan ternura?

L:__¿Y por qué hablaban contigo, Michael?, ¿iban a pedirte que te unas a un trío con ellas o qué?

__¡¿Qué?!, claro que no, rubia.

L:__Ujum, ujum.

__Lo que pasa es que vieron que traía la sudadera de Good Charlotte y se acercaron a preguntarme si me gustaba la banda.

A:__Es que nos encanta la banda, es genial.

J:__Prefiero a Green Day, pero también me gusta Good Charlotte.

L:__Interesante historia, un gusto, pero ahora debo ir a ser saludable, besos.

Luego de despedirse, se dio la vuelta y se marchó hacia su casa. Claro que un teñido de hermosos ojos verdes iba detrás de él con una sonrisa.

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[N/A: Saben, tengo un humor raro, así que espero que les haya gustado este y todos los capítulos anteriores, jeje. ¿Vieron que si soy del #teamhistoriafeliz?♡]