#2 Persiguiéndote... para matarte [AkaFuri] KNB

Carta de triunfo

La gorra y las gafas ocultaban la mayoría de su rostro, por lo tanto era casi imposible descubrirlo entre las cientos de personas que transitaban por la estación. Tuvo que ponerse una camiseta para cubrir su torso y es que entre tanta gente, el calor era sofocante como para usar una sudadera.

Observó en silencio cómo el tren, que Dave había abordado, abandonaba la estación lentamente, hasta que se perdió entre los rieles y en la distancia. Recién ahí soltó el suspiro que relajó todo su cuerpo por primera vez en tres días, que fue lo que ese trabajo había durado. Sacó un cigarrillo y estaba a punto de encenderlo cuando el guardia le indicó que no era un área para fumadores, así que tuvo que abandonar el lugar con la cabeza gacha y el paso tranquilo.

Una vez fuera, se subió a su camioneta, se quitó las gafas, la gorra, la camiseta y encendió el cigarrillo al fin. La cajetilla en su bolsillo ya estaba comenzando a agotarse, así que se bajó a comprar una ahí mismo, no se preocupo por ir medio vestido, medio desnudo, le daba igual lo que pensaran, él solo quería comprar una caja de cigarros y listo, no le hacía daño a nadie.

Se tomó su tiempo para abastecerse de bebidas energéticas y comida chatarra a montones, los cigarros pasaron a segundo plano cuando su estómago comenzó a gruñir como un monstruo enjaulado. Tanto así que salió de la tienda con ambas manos cargadas de bolsas de comida y bebidas... y solo un paquete de cigarrillos... tal vez ya era tiempo de comenzar a practicar aquello de no fumar... no, fumar ya era una parte de su vida, le era imposible dejarlo a esas alturas de su vida.

Nuevamente en la camioneta, abrió un paquete de galletas y comenzó a comer mientras conducía a lo que sería su nuevo hogar por los próximos dos días: un hotel. Sonrió al imaginar la cantidad exorbitante de comida que pediría al servicio al cuarto, y todo ello era gratis. Ni siquiera tenía que esforzarse para obtener dinero, era como chasquear los dedos y obtener un fajo de billetes. Fácil. Dinero muy fácil.

En el hotel, se registró bajo la identidad de otra persona y disfrutó de la estadía en una habitación de lujo sin límite de gastos. Por fin pudo relajarse realmente y... quizás iba a ser la última vez en que podría tener semejante lujo.

***

– Relevado –sentenció el superior sin siquiera pestañear.

– ¿Qué? –dijo el pelirrojo sin comprender– ¿A qué se refiere con relevado?

– Ya no puedes estar a cargo de este caso por más tiempo, se te ha ido de las manos, Seijuro.

– Sí puedo, soy el único que conoce todos los detalles con respecto a Kouki Furihata, lo he seguido por años, soy el único que puede detenerlo...

– Cualquier persona puede conocer los detalles del caso tan solo con leer la ficha –lo cortó el hombre dándole una mirada letal– Y si tanto miedo tienes de que el agente que se vaya a hacer cargo no sea capaz de reunir la suficiente información, te pido que le hagas un informe detallado de todo lo que creas necesario para capturar a ese chico.

– Señor... no puede sacarme del caso –dijo Akashi con un tono que por poco rozó la súplica.

"Vaya, vaya, ¿te estás rebajando a suplicar sólo por un caso?" dijo la otra voz de su conciencia "Esto sí que es nuevo. Eres demasiado débil para seguir. Eres un estorbo. Deja que alguien más se haga cargo de todo"

– Silencio –masculló Seijuro sin ser escuchado por el hombre mayor frente a él.

– Seijuro... –el hombre suspiró y se quitó los lentes para luego tocarse el puente de la nariz con los dedos índice y pulgar– Llevas más de cinco años con esto ¿No te aburre?