Cuenta regresiva

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Después de aquel... "asalto" al agente Seijuro, el día fue... un poco más agitado de lo normal. Se suponía que aquella tarde estaría libre de trabajo para el grupo Delta, ya que iban a celebrar, por fin, la captura de un criminal que perseguían por años, sin embargo, el Alfa había sufrido ciertos percances que lo dejaron distraído y mandó a todos a trabajar.

Una vez se llevaron a Kouki, recién ahí se liberó un poco de la tensión de alto voltaje que rodeaba al emperador, sin embargo el ceño fruncido en su rostro no se lo quitaban ni con un millón de dólares.

***

Kazunari estuvo en su oficina en todo momento, tanto así que se le cerraban los ojos involuntariamente antes del mediodía y para cuando llegó Tatsuya dejándole una computadora para analizar, agradeció un poco de trabajo. Desde que habían regresado de la misión afuera, nadie había ido a darle alguna noticia y él no quiso salir de allí en caso de que lo necesitaran investigando alguna cosa.

Takao logró ingresar a la computadora después de varios intentos. Recopiló todos los datos que Kouki borraba constantemente, incluso descubrió todas las transacciones que el castaño había realizado, encontró todos los retiros de dinero y la forma en que vigilaba las cámaras y noticias en la red para evitar dejar un rastro. Todo eso se lo informó al Alfa cuando lo fue a visitar.

Literalmente se chamuscó las puntas del cabello cuando trató de descifrar los códigos de la cuenta bancaria personal de Kouki. La maldita cosa parecía sacada de una película de "Misión imposible", con esas advertencias de: "el mensaje se autodestruirá en cinco segundos" solo que en ésta ocasión no hubo advertencia, y simplemente estalló frente a su rostro dejándolo con humo y carbón por todos lados.

Minutos después llegó su jefe, nuevamente, con un rostro tan serio que mandó a volar todas las explicaciones que le iba a dar para tratar de excusar la computadora, carbonizada, en su escritorio.

– ¿Descubriste algo más? –inquirió el pelirrojo cruzándose de brazos a unos metros de su empleado que curiosamente llevaba todo el rostro negro y su cabello estaba parado hacia arriba como si fuera un científico loco jugando con muestras explosivas.

– Ah, bueno, es una computadora bastante antigua, pero muy confiable, aunque con todo el dinero que robaba podía haber conseguido una nueva, más avanzada y... –Takao se calló al percatarse de la metida de pata al mencionar el dinero robado– Sin embargo, no he conseguido nada más aparte de lo que ya le informé, la computadora tenía algún tipo de mecanismo detonador o algo parecido, cuando traté de ingresar a la cuenta bancaria de Kouki ¡puf! Estalló –bajó la mirada al suelo ya que Seijuro lo miraba estrictamente.

– Bien, no te preocupes. Ya has hecho bastante, de todos modos, no hay nada que ya no sepamos –ordenó para luego salir de la oficina de Takao sin siquiera escuchar la respuesta.

El pelinegro se arrellanó en su silla y resopló cansado, necesitaba café y mucho, después de todo, cuando se marchó de la base para encontrarse con su ex-novio ocurrió tal cantidad de cosas que, definitivamente no pudo dormir, y al volver estuvo de cabeza tratando de investigar hasta que dio con pistas y obtuvo el mejor logro para su equipo: la captura de Kouki Furihata. Si bien se suponía que debía mantenerse alejado del camino de Kouki, realmente no había interferido en su camino, sino que había interrumpido en el camino de su hermano, Kouta... así que no estaba rompiendo ninguna regla y no tenía que temer por ello, después de todo, Kouki era una persona muy indulgente y no era malo como todos en el equipo creían.

***

Tatsuya estuvo en todo momento a las afueras de las instalaciones. Había creado una fogata dentro de un tambor oxidado y estaba destruyendo una a una todas las pertenencias de Kouki Furihata, se tomó su tiempo reflexionando sobre muchas cosas y para cuando revisó la hora en su reloj descubrió que había estado poco más de una hora sin dar señales de vida. El sol estaba comenzando a descender pero aun quedaban varias horas para que llegara el atardecer, y la fogata se mantendría por varias horas teniendo en cuenta la cantidad de combustible que le había echado.

#2 Persiguiéndote... para matarte [AkaFuri] KNBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora