Capitulo 2

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Escuchaba a lo lejos un sonido molesto,que poco a poco se iba intensificando, coloque la almohada sobre mi cabeza. Hasta que no pude más y me levante a apagar la estúpida alarma. Siete de la mañana marcaba el reloj en la mesa de noche. Brinque de la cama como alma que lleva el diablo,hoy no podía llegar tarde,no podía perder ese parcial,no podía perder esa materia,no este semestre. Corrí por toda la habitación,organizando los apuntes en mi bolso. Fui directo al baño,dándome uno de esos baños de pajarito,cepillando mis dientes,me seque el cuerpo lo mas rápido que pude, me coloque lo primero que conseguí en el closet,y salí de la habitación,corriendo por las escaleras,rogando que mi padre no se hubiera ido temprano hoy.

Al llegar a la cocina no había nadie. Salí a la calle y tome un taxi,al llegar a la puerta de la facultad de arquitectura,corría por los pasillos como si mi vida dependiera de ello. En realidad de eso dependía mi vida,mi vida dependía de mantener mi promedio y de esa manera mi beca. Llegue al salón y este estaba completamente vacío,detrás de mi llegaba Leonardo con una respiración agitada,él seguramente había corrido lo mismo que yo,ambos nos vimos y nos dimos una sonrisa tímida,ya que casi no nos hablábamos. Y derrepente allí observando el salón, en el borde de la pizarra estaba un papel amarillo,caminamos hacia él y leímos "El examen se posterga para la próxima semana. El día de hoy no tendremos clases. Profesor Mendoza". Leo y yo nos vimos,sabíamos lo que eso quería decir,soltamos un gran suspiro y negué con la cabeza..

-Quieres desayunar? No me gusta comer sola en la cafetería!-Dije
-Claro,vamos. Yo tampoco pude desayunar,Maldito Mendoza- dijo entre risas Leo.
El camino a la cafetería fue en silencio,la chica detrás del mostrador nos esperaba con una sonrisa para tomar nuestra orden.
-Hola buenos días,dos empanadas,un café con leche y un pie de limón,por favor. Y tu que vas a querer?- gire sobre mis talones refiriéndome a Leo,que no le quitaba los ojos a la chica del mostrador, pero no la veía de manera coqueta,la veía con resentimiento o rabia,quizás un poco dolor,su mirada era extraña,y Estaba tenso.-Leo?-Volvi a decir.
-Lo mismo,sin el pie de limón-Dijo girándose a buscar una mesa donde sentarnos.
Lo mire ,tratando de buscar una respuesta. Que diablos había pasado allí?! El ambiente estaba muy tenso..
-Y por que sin el pie de limón?-Pregunte jugando con los sobres de azúcar que había sobre la mesa.
-No me gustan los dulces-Dijo encogiendo los hombros,mi boca formo una perfecta "O",y coloque mi mano en el corazón..
-Que clase de personas eres?-Dije de manera dramatica- A quien en su sano juicio no le gusta comer postres?- él me miraba fijamente,pero a la vez con la mirada perdida,quizás seguía pensando en la chica del mostrador- estas loco? Dime,porque si es así me levantó y me voy! No se puede confiar en alguien que no le gusta comer postre?-Por primera vez en un largo rato,había vuelto a mirar mis ojos,y solo sonrió,pero una sonrisa de verdad.
-si quieres pido el mío,para que te lo comas tu?-con mi dedo índice acaricie mi barbilla,pensando su propuesta.
-Ook,pero lo pagas tu- dije en todo inocente,él me miro y soltó una carcajada.
-Y porque yo,si te lo vas a comer tú?
-Porque yo me estaré sacrificando por ti,al comerme tu postre. Quizás subiré unas libras más y ya no podre lucir este perfecto abdomen- Leo comenzó a reír,y reír,hasta que las lágrimas salieron de sus ojos. Ya no estaba tenso,y eso me hizo sentir bien,había hecho mi buena obra del día.

Mientras Leo trataba de calmar su risa,nuestro desayuno era servido en la mesa,por la misma chica,pero esta vez él solo la ignoro. Las empanadas estaban buenisimas como siempre,y la conversación con mi acompañante,se basaba en decir una y otra vez,lo bueno que estaba todo aquello que estábamos comiendo. Hasta que llego el momento de comerme el pie.

-En serio vas a comer pie de limón,en el desayuno?
-Obvio,esto lo invento Dios,para hacer a las personas felices-dije metiendo una poco de pie a mi boca y murmurando un "mmm.."- Y ahora mientras me como esta maravilla,dime que pasa con la chica del mostrador-Sus ojos se abrieron como platos- Y no me lo niegues,porque la tensión en el ambiente estaba que se cortaba con un cuchillo- suspiro y se acomodo en su asiento.
-Es una larga historia-Dijo sin ánimo alguno.
-Bueno Pídeme otro pie,tenemos toda la mañana,gracias a Mendoza- me dedico una sonrisa tímida, le hizo señas a una de las camareras y le pidió otra ración de este pedazo de cielo.
-Bueno,tuvimos una relación,hace un tiempo atrás.
-Y..?
-Me traiciono,con su ex- suspiro y su mandíbula se tenso- Los encontré haciendo el amor en mi cama.-Por un momento sentí lastima por él, pero seguí prestándole atención- Te preguntarás,porque en mi cama? Pues resulta que su ex,era mi primo- abrí la boca sorprendida.
-Y tu sabias que ... Bueno que tu primo y ella..ya sabes- el negó con la cabeza.
-Ella nunca me dijo,que ellos tuvieron algo,y él tampoco lo hizo. Para mi su ex era todo un misterio,ni siquiera sabía su nombre. Hasta que aquel día la encontré a ahorcadas sobre él, y pues lo demás te lo puedes imaginar.
-Lo siento-murmure- no debí preguntar. Yo pagare el postre,no me parece justo que tu lo pagues, te acabo de hacer recordar algo muy malo,y..
-No,Vic tranquila, yo lo pago,yo decidí contarte,así que no es tu culpa. Ahora termina esas raciones.-sonrió y yo asenti.

Me sentía mal por Leo,la verdad me sentía mal,no imaginaba lo mal que la paso,al darse cuenta de lo que le estaba haciendo esa chica. Quizás así se sentía Alexis,claro él no me encontró haciendo nada parecido,pero me imaginó que se sentía igual de traicionado que Leo. Lo observe,mientras terminaba de comer el manjar de Dios que tenia en mi plato y pensé ... Cada quien vive su mismo infierno,cada persona tiene un fantasma que lo atormenta. Y cada persona tiene su propia lucha. Y allí estabamos Leonardo y yo,el luchando con la cagada que le había hecho su ex. Y yo luchando con la cagada,que le había hecho a... Al chico que me gustaba,porque a diferencia de aquella ingrata,yo había dañado todo antes de empezar.

Me FallasteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora