14 de Abril de 1912
En el Mar – Pasada la mañana
Después del desayuno, el comedor de Primera Clase fue completamente despejado y se alinearon todas las sillas en ordenadas filas. Puntualmente a las 10:30 am, el Capitán Smith abrió su libro de himnos e invitó a los pasajeros a unirse a la canción.
Cuando el Capitán Smith, cerca de una hora más tarde, dio por finalizados los servicios, Joshua se levantó y miró hacia el fondo de la sala. Para su sorpresa, Scarlette estaba allí, hablando con su primo. Ella todavía no lo había visto.
-Bueno, bueno... -Exclamó Julieta mientras deslizaba su mano alrededor de su brazo. -Mamá, ¿te das cuenta que los pasajeros de tercera clase participaron en nuestro servicio?
La madre de Julieta miró sobre su hombro, con los labios en inflexión de desagrado.
-Veo... ¿los pasajeros de Tercera Clase no tienen sus propios servicios religiosos?
-¿Importa? –Preguntó Joshua manteniendo un tono de voz suave.
-Quiero decir, no es que estuvieran causando disturbios...
Julieta y su madre no le hicieron caso, pero Jacob se acercó.
-Hijo, ten cuidado... tu predilección por las clases bajas pueden ser tu perdición –susurró condescendiente.
-De hecho, Padre, usted lo hará de una mejor manera, ¿no es cierto?-pensó Joshua con amargura
Antes que Jacob pudiera escupir más desprecio hacia él, Joshua se desprendió de las garras de Julieta y salió al pasillo que formaban las hileras de sillas, acercándose a Scarlette y Zack. Zack fue el primero en notarlo y le tocó el brazo a su prima. Ella levantó la vista y la sonrisa que le dio Joshua echó a tierra todas las dudas que pudiera tener.
-Buenos días, señorita Galán, señor Michel–saludó, dándole un guiño cortés.
-Señorita, se ve preciosa esta hermosa mañana..
-Señor Blake, es un gusto volverlo a ver –habló Zack.
-Le estaba comentando a Scarlette, que esta es probablemente la primera vez que he estado en una iglesia desde comienzos de siglo.
Joshua se echó a reír.
-Oh usted es mayor de lo que imaginaba, o sus padres fueron muy indulgentes con su educación religiosa.
Bastó un instante para que Joshua se diera cuenta que había dicho algo inapropiado. La sonrisa desapareció del rostro de Zack y Scarlette se dirigió a su primo con un gesto de angustia dibujado en su hermoso rostro.
-Lo siento –se disculpó -¿He dicho algo malo?
-No, por supuesto que no –respondió Zack, pero la mirada de Scarlette le decía que su primo no estaba siendo completamente sincero.
-Mis disculpas, de verdad yo... -Intentó de nuevo, pero Zack lo frenó con la mano.
-No es necesario –respondió secamente y se volvió hacia Scarlette- ¿Cuáles son tus planes para esta tarde?
-No estoy segura –miró de reojo a Joshua -Creo que volveré a la biblioteca. Estoy segura que allí podré encontrar algo con que entretenerme.
Había un trasfondo de algo entre los primos, que Joshua no podía adivinar. Scarlette parecía demasiado ansiosa y Joshua estaba seguro que se debía a su comentario sobre los padres de Zack, quien había sido muy cordial durante su primera reunión, pero que ahora se mostraba sumamente frío con él.
-¡Ven conmigo, Zack! Podríamos jugar a las cartas... me prometiste que me enseñarías a jugar a los naipes –Insistía Scarlette mientras le daba pellizcos en el brazo.
-Tal vez más tarde... le dije a Tobías que me reuniría con él en la sala de fumadores –Miró brevemente a Joshua, con una especie de expresión de resignación en el rostro –Sé razonable, Scarlette.
-Zack...
-Lo sé, siempre eres razonable, es sólo que... -Tiró de Scarlette alejándose unos pasos, de forma que la conversación quedara protegida de la vista de Joshua. Lo que le estaba diciendo hizo que los delgados labios de Scarlette se curvaran con tristeza.
-Ahí la tienes, querido. Eres un escurridizo ¿no es así? –Susurró Julieta al oído de Joshua. Su mirada socarrona cayó en Scarlette, que estaba mirando a Zack retirándose.
-Señorita Galán, ¿no? Veo que ha desarrollado un gusto por la primera clase. No era consciente que los servicios religiosos no eran previstos en tercera clase.
Para su crédito, Scarlette se recuperó de las palabras ácidas de Julieta con aplomo.
-El primer servicio en mi clase es Católica, señorita Vallido, y yo no soy de la persuasión Católica. El servicio anglicano del capitán Smith es más de mi gusto. Apreciamos la actitud progresista de la White Star Line por las necesidades religiosas de sus pasajeros.
-¿De veras? Tal vez tenga que escribir una carta para expresar mis sentimientos por su... "actitud progresista" –soltó con frialdad.
-Joshua, ¿nos vamos? Me gustaría ir a cenar al Café Parisien.
Joshua podría decir que la conducta hostil de Julieta sorprendió a Scarlette, pero antes que él pudiera decir algo como "adiós", ella le asintió remilgadamente y se alejó.
-No te haría daño ser agradable, Julieta –Espetó Joshua una vez fuera de la sala de recepción -La señorita Galán no ha hecho otra cosa que...
-Yo no sé por quién me tomas, Joshua Blake. Pero no voy a jugar a la gentil anfitriona de tu puta, ¿me entiendes?
Joshua la miró horrorizado, no sólo por sus sucias palabras, sino por el veneno con que fueron dichas. Por una vez, la furia hirviente que parecía retorcerse dentro de él constantemente, no se encontraba en ninguna parte, sino que estaba siendo remplazada por una resuelta calma que le dio las fuerzas para decir las palabras que tanto le dolían decir.
-Julieta, si alguna vez vuelves a usar esa sucia palabra para desprestigiar a la señorita Galán de nuevo, voy a tirarte por la borda de este barco. Ella ha sido la viva imagen de la bondad, y no ha recibido a cambio más que rencor y desprecio de tu parte y de nuestras familias, ¡Y no lo volveré a permitir!
Julieta se quedó inmóvil, la única emoción exterior visible fueron sus labios temblorosos y la manera en que se abrieron sus ojos. Joshua se aprovechó de su silencio para continuar.
-Harías muy bien en sacar una página del libro de la señorita Galán, o te encontrarás a ti misma humillada frente a todos estos pretenciosos malcriados que te tienen en tan alta estima.
Las palabras de Joshua fueron soltadas prácticamente en un susurro, pero cuando se alejó un paso hacia atrás, Julieta lo miró como si se lo hubiera gritado a todo pulmón.
Él le sonrió fríamente -¿He sido claro, Julieta?
Pasaron unos instantes antes que ella pudiera contestarle, y cuando lo hizo, su voz temblaba de rabia.
-No voy a casarme contigo, Joshua. No me importa que tipo de acuerdo tengan nuestros padres; no me importa lo que tu padre dice que sabe acerca de las minas ¡Te desprecio y me niego a perder un solo momento más contigo!
Joshua se rió a carcajadas, disfrutando las miradas de desaprobación de varios pasajeros.
-El sentimiento es mutuo, cariño –se burló Joshua- Buena suerte, Julieta. Estoy seguro de que convertirás la vida de un pobre cabrón en un infierno.-Bueno, ¡espero que te pudras en la tuya! –escupió.
Mirando a Julieta salir enfadada, Joshua sintió una ola de alivio atravesarlo de una manera que nunca había experimentado. Era como si el peso de una montaña se hubiera quitado de sus hombros.
Las palabras de despedida de Julieta sobre las minas y los acuerdos de sus padres eran curiosos, pero Joshua encontró que en realidad le importaban un caldero las fechorías de su padre. Eran cosas del pasado, y él sólo quería mirar hacia el futuro.
Y al pensar en el futuro, todo lo que venía a su cabeza era Scarlette.
Tenía que encontrarla.
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"TITANIC" (Adaptación) | (TERMINADA)
RomanceTitanic Joshua Blake está atrapado en un compromiso con una mujer que no ama, pero en un fatídico viaje a América en el Titanic, el barco de los sueños, conocerá a una mujer que cambiará su vida y le demostrará que por amor vale la pena morir.