Titanic
Joshua Blake está atrapado en un compromiso con una mujer que no ama, pero en un fatídico viaje a América en el Titanic, el barco de los sueños, conocerá a una mujer que cambiará su vida y le demostrará que por amor vale la pena morir.
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Después de la escena incómoda, Joshua se refugió de nuevo en la biblioteca de la Segunda Clase. Estaba vacía, la mayoría de los pasajeros estaban tomando onces en el Café Verandah o disfrutando de la brisa del mar en la cubierta. Scarlette se deleitaba, la habitación era ideal para ella, a pesar que técnicamente, como pasajera de Tercera Clase, ella no debía estar ahí.
Cuando Scarlette vio a Joshua en los servicios, se vio sorprendida por el placer en su rostro provocando que una emoción se estableciera bajo su estómago. Incluso Zack, el dulce y perceptivo Zack, se había dado cuenta... ella misma había notado la preocupación reflejada en su mirada inquieta.
El comentario inocente de Joshua acerca de los padres de Zack había sido un hecho desafortunado. Era una parte dolorosa de la vida de el chico, a la cual había luchado por sobreponerse. Scarlette esperaba que eso no pusiera su corazón en contra de Joshua. Ella realmente creía que es dos hombres podían llegar a ser buenos amigos si se dieran una oportunidad.
Estaba escribiendo en su diario el último de los acontecimientos de la mañana cuando una sombra cayó sobre ella. Cerró el libro bruscamente y miró a los claros ojos mieles de Joshua, que le estaba sonriendo dulcemente y cuando tuvo su atención, se dejó caer de rodillas frente a ella y le tomó la mano libre.
-Señorita Galán... Scarlette... por favor, acepte mis más sinceras disculpas por el aberrante comportamiento de Julieta.
Scarlette dejó su diario a un lado y puso su otra mano encima de la de él.
-Soy yo quien debe pedirle perdón a usted –respondió ella y tiró suavemente de su mano –Por favor, siéntese, no es adecuado que alguien como usted esté arrodillado frente a mi, Señor.
Joshua mantuvo su mano entre las suyas, pero hizo lo que le pidió y se sentó a su lado.
–No puedo imaginar por lo que usted debiera disculparse, porque yo encuentro todo perfecto.
-¿Perfecto? ¡Está loco! -Scarlette se rio.
-Es muy probable que lo esté –sonrió.
-Pero quiero saber... ¿por qué debe pedirme perdón? -Pregunto la chica pelinegra con curiosidad.
-Por Zack -Puntualizo- Pensé que tal vez había dicho algo malo...
-¡Oh, no! Usted no podría haber sabido que Zack es huérfano desde que tenía sólo un año de edad. Fue criado por unos parientes del lado de su madre, que... ¡que eran las personas más horribles y le hicieron la vida imposible!
-¡Eso es terrible!
Scarlette asintió con seriedad.
-Por lo que nunca conoció a sus padres, y después de vivir con los Jones hasta los once años, se vino a vivir con mi familia en Oxford.
-Fue muy afortunado de encontrar un hogar lleno de amor –dijo Joshua.
-Lo fue, pero Zack siempre tuvo un poco de pasión por los viajes, al cumplir los diecisiete salió de viaje por un tiempo y volvió de visita a finales del año pasado, pero como yo ya tenía decidido hacer este viaje a los Estados Unidos aprovechó la oportunidad de venir conmigo.
