Su muestra de afecto me saca de mis pensamientos, me sorprendo cómo es que puede remover mi estómago en cuestión de segundos: como a una riña entre mariposas a ver quién intenta volar más alto.
Sin emitir ninguna emoción, sigo sacando los libros de las clases consecutivas para guardarlos en mi mochila, primera clase de una hora Tutoría. Cierro el casillero con fuerza y volteo para enfrentarlo. Le miro por unos segundos, sus verdes ojos hacen que las mariposas quieran volar aún más alto resultando infructuosa la acción y removiendo como a un terremoto por todo mi estómago. Algo tan simple como una mirada de Jared puede transmitirme esa calidez que no encuentras ni durmiendo cerca de la chimenea.
Levanto un poco las murallas para que no note qué me provocan sus muestras de afecto.
-Hola Jared. -articulo sin ninguna emoción - ¿qué tal el fin de semana? ¿Cómo vas con los preparativos de Elías? -pregunto molesta.
A pesar de todo lo lindo que puede causar su presencia cuando está cerca de mí, siento un poco de molestia recorrer todo mi cuerpo al recordar que Jared me había dejado plantada tan solo por estar organizando una estúpida fiesta para su mejor amigo.
Elías es su nombre. Ni que me importara tanto, pero ya estoy profundamente cansada de escucharlo por toda la escuela. Semanas atrás, se especuló de su abrupta llegada.
Según lo que escuché, este tipo había resultado ser prácticamente el chico malo junto con todo el equipo de fútbol y de porristas. Estos habían sido los más despiadados con los chicos nuevos y trataban mal a los estudiantes que no acataban sus órdenes, sea mujer o hombre. Hasta logré enterarme de que Elías había llevado al suicidio a un chico, tan solo porque este se negaba a cumplir sus órdenes. Por tres años consecutivos, estos habían sido los bravucones de toda la escuela, pero, cuando Elías se marchó, se acabó todo. La mayoría de alumnos y profesores estaban aliviados de no tener que lidiar con él y, cuatro meses sin Elías, era un milagro de los cielos.
Por lo que sé, se fue un mes antes de que entrara a esta preparatoria. Se especulaba muchas cosas: que había matado a un tipo que le debía y por eso se escapó para no tener que cumplir su condena, otros decían que el muy idiota tenía una novia que había roto con él y se había escapado a otro país con su amante y este muy celoso se fue a dejarle en claro que nadie puede terminar con él, y la más creíble que su hermana, que se encontraba en el otro lado del mundo, había fallecido.
Revuelvo los ojos cada vez que escucho ciertas especulaciones, sin entender cómo un simple chico con dinero puede ser catalogado como un asesino en serie o un celoso compulsivo.
Y para muchos fue como un baldazo de agua fría la noticia de su llegada. Exactamente llega hoy en la noche.
Jared se la había pasado organizando la fiesta todo el fin de semana a pesar de que teníamos planes.
Dañó mi orgullo cuando no llegó. Él decía que yo no estaba tomando en serio nuestra relación y que se estaba cansando de que me negara cada vez que él me invitaba a salir. Pero intenté aclararle que él estaba muy equivocado, por lo que, para enmendarme, le invité a mi casa para ver una película y, es más, me animé a cocinar. Sí, a cocinar. Yo, Samantha Kesley, me animé a cocinar. Tal es así para que me llamara diciéndome que no podía ir, porque su amiguito, el bravucón, le había dado la noticia de que llegaría el lunes por la noche.
Me tuve que comer mi obra de arte y mirar la película junto con Liz. Ella era muy cuidadosa con respecto a mis emociones, por más horrible que haya estado lo que preparé ella comió de lo más alegre.
Terrible momento.
-Samy, lo siento -dice poniendo cara de cachorrito. Adoro a este tipo -Lamento que hayas visto la película sola. En serio, moriría por haber estado contigo en ese momento y probar la comida que cocinaste para mí. Te lo compensaré.

ESTÁS LEYENDO
Desolation
Teen Fiction¿Qué pasaría si tu castillo se derrumbara? ¿Volvería a ser lo mismo? Sam vive presa de un pasado aterrador, de esos que te carcomen el alma y te arrebatan todo. Lo importante no es lo que tienes ahora... En su caso, nada. Lo importante es qué harás...