4. Hermandad Morton

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Paso toda la hora hablando con Lena.

El profesor había sufrido un accidente cuando se dirigía a la escuela: un carro le había chocado justo en la puerta del copiloto, causándole una severa fractura en el cuello.

Vaya suerte la mía.

Siento lastima por él, aunque también en mi interior estoy saltando de emoción. El retiro del profesor solo significa una cosa: NO EXAMEN.

Y tortura postergada.

La escuela no tardaría en buscar su reemplazo, pero solo era cuestión de tiempo. Se podrían tardar una o dos semanas, lo que me daría tiempo para buscar a un erudito de los números, aparte de Jared, que quisiera compartir su inteligencia conmigo y sabía quién era la persona correcta.

Bryan Dallas.

Bryan, el rompe corazones de los chicos populares.

Cuando ingresé a la preparatoria, él había sido partícipe de las cartas que recibía con mucha frecuencia. Para ese entonces, ya era amiga de Jared. Un día, lo descubrí hablando con uno de sus amigos acerca de mí y de las ostentosas cartas. Al verme, me imploró que no le contara nada a Jared, porque, al parecer, una de las reglas de la Hermandad Morton -como se hacían llamar los chicos populares- era no meterse con la chica de tu hermano y, para todos en la escuela, yo era la chica de Jared.

Bryan es un tipo extrovertido y seductor. No sé cómo es que esas dos palabras lo describen tan bien.

Cuando tiene la necesidad de desfogarse lo hace a la perfección, con chicas nuevas y algunas porristas que no perteneciesen a la hermandad. Es más, hasta se especula que tuvo un affaire con la profesora de historia. Toda la escuela está al tanto de esa noticia; sin embargo, hace caso omiso como siempre. Él es indiferente con respecto a los sentimientos de los demás. No le importa en absoluto el dolor ajeno, solo piensa en sí mismo, según lo que pude oír de tantas chicas embobadas. Pero solo especulaciones: lo conozco un tanto a la perfección como para darme cuenta que solo lo hace por diversión y por mantener la popularidad de la Hermandad Morton.

Se dice que su parte favorita es cuando, las chicas con las que frecuenta, se enamoran, ya que, desde ese punto, él tiene de alguna manera el control sobre ellas y, cuando se aburre, simplemente les rompe el corazón cambiándolas por otra. Pero su crueldad para con sus víctimas es simplemente porque es incapaz de enamorarse, o eso dicen, pero en el fondo es alguien que vive la independencia al cien por ciento.

Lo más raro es que, aun sabiendo las chicas de sus antecedentes de mujeriego, hacen fila por él. Tienen la vaga esperanza de poder cambiarlo, eso es verdad...

Dallas es muy atractivo, tiene un cuerpo de infarto. Sus ojos son pardos intimidantes y a la vez tan devoradores. Su rubio cabello tan rebelde como él. Aún recuerdo el primer apodo que le dije fue rubio oxigenado.

Fueron mi insolencia y atrevimiento lo que hicieron que nos llevásemos bien. Además, mi posición de acosada por sus obscenas cartas había obtenido resultado. El juró hacer lo que estuviese a su alcance con tal de cerrar mi boca para que Jared no se enterara.

Jared podía ser un idiota -adorable- a veces, pero cuando se trataba de mí no podía controlarse. Las primeras veces se reía a carcajadas por lo loco que traía a todos y de la enferma imaginación que podían tener sus compañeros. Cuando fuimos conociéndonos, las cartas no cesaban y juró partirle la cara al que estuviese detrás eso. Me incomodaban las cartas, pero traté de ignorarlas cuando me enteré que había sido Bryan, fui muy considerada sabiendo en los grandes problemas en el que él se encontraba. Ahora yo estaba en problemas y recurriría a él sin duda.

DesolationDonde viven las historias. Descúbrelo ahora