Un beso bajo las estrellas [Nalu]

Mi decisión

Pov Natsu

—Hem... Me preguntaba, si te gustaría, pues...— estava notando como me sudaban las manos de los nervios —Si... ¿¡Te gustaría hacer una misión conmigo!?— acabe por decir.

Lucy me miró —Claro que sí, Natsu. No hacía falta ni que me lo preguntaras. Pero ahora mismo no puedo— me respondió algo apenada mientras localizaba a Levy y Gajeel, los cuáles estavan mirando libros en otra parada —¿Te pareze bien qué vayamos mañana?— terminó por decirme con una sonrisa.

Asentí devolviéndole la sonrisa —Pásatelo bien en la búsqueda de libros— reí y me di media vuelta para volver al gremio.

—¡Gracias, Natsu!— logré escuchar, ya que me había alejado bastante.

Iba por las calles de Magnolia, centrado en mis pensamientos.

Soy un cobarde. Me decía constantemente.

Estava tan concentrado, que no me percaté de que ya había llegado a las puertas del gremio. Las abrí con fuerza y seguidamente, entré para poderme sentar en una de las mesas que habían libres.

Tras ello, un dúo se me acercó, no pude ver quiénes eran, ya que estava apoyando mis manos en mi cara, tapando mis ojos.

—¿Que te pasa flamitas?— dijo la primera persona.

—¿Porqué estás así?— continuó la segunda.

Levante la mirada, y me encontré con un peli azabache, como de costumbre, sin su camiseta, y a una chica con un hermoso pelo escarlata.

—Hola chicos— les respondí cabizbajo.

—¿Como te ha ido? Has conseguido decirle...— le interrumpí.

—Soy un completo cobarde, no puedo hacerlo— acabé por decir.

—Vamos flamitas, tampoco tiene que ser tan dificil...

—Lo dice el tio que no puede declararle sus sentimientos a Juvia— dije algo molesto.

—¡Ese no es el tema, ojos puntiagudos!

—¡Claro que sí, princesa de hielo! ¡¿Acaso quieres pelea?!

—¡Cuando quieras!— dicho esto, el hielitos se abalanzó contra mí, y empezemos una pelea. La cual no duró mucho, porque una peli escarlata cogió nuestras cabezas, y seguidamente hizo que estas se chocaran mutuamente.

—¡¿Vosotros creéis que es el mejor momento para peleas?!— nos dijo aún sosteniendo nuestras cabezas —Más os vale estaros quietos.

—Aye...— contestemos al unísono.

—Entonces, Natsu, ¿no te has podido confesar a Lucy?

—No... Sé que os dije que lo haría, pero me entró el pánico... No sé que hacer...— me volví a sentar algo desanimado.

—¿Que tal si buscas otra manera para podérselo decir?— añadió hielitos.

—Podría...

¡Claro! ¡Como no se me había ocurrido!

—Podría invitarla esta noche a cenar, y cuándo vea el momento perfecto, ¡PUM! ¡me confieso! ¡Esta es mi decisión! ¿Que os parece?

—¡Un plan fantástico!— me confesó Titania.

—Pero... ¿y si me rechaza?— nunca me había planteado que pasaría si eso pasara.

—¡Por el amor del hielo! ¿Me estás tomando el pelo? Está claro qué Lucy siente lo mismo por ti. Solo qué sois demasiado idiotas como para confesároslo. Tú ves, búscala y dile lo de esta noche. Ya verás que todo saldrá estupendamente.

Es la primera vez que Gray me apoyaba de esta manera. Nunca se preocupaba por nadie, o más bien, de mí. Sentía que tenía el apoyo de mis amigos, y así era.

—¡Bien dicho Gray! No tengas que preocuparte por eso, tú hazlo.

—Chicos... ¡Muchas Gracias!— les dije sonriéndoles —Será mejor que vaya de nuevo a buscar a Lucy— dije llevandome la mano a la cabeza.

—¡Sí, ves a buscar a tu dulce amada!— me respondió Erza con un tono de poesía y con brillo en sus ojos.

—Eso ha quedado muy cursi...— se atrevió a decirle el alquimista de hielo.

—¿Hum? ¿Como has dicho Gray?— Titania cambió su cara a una más malévola.

Mientras salía del gremio para ir en busca de Lucy, me reía de la situación en la que se encontraba ahora mismo Gray, estava siendo perseguido por Erza, mientras esta le gritaba.

Tenía que darme prisa en encontrarla. Volví al mercado, ya que era donde háblamos la última vez. Iba buscando a la rubia, entre toda la multitud de gente.

Un par de minutos después, la encontré. Estava sentada en un banco. Parecía estar agotada, aunque es normal, seguramente Levy le hizo caminar por todo el mercado.
Decidí acercarme a ella, sin ningún temor.

Me fui acercando, hasta que esta notó mi presencia.

—Hey, Natsu. ¿Como es que estás otra vez aquí?— me preguntó extrañada, pero con una sonrisa.

—Lucy, seré claro esta vez. ¿Te gustaría venir a cenar conmigo esta noche?— le solté acompañado de una sonrisa medio nerviosa.

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¡Aquí teneis el segundo capitulo!
Espero que os haya gustado.
¿Que le responderá Lucy?...
¡Ya se verá en el próximo capitulo!
Gracias a los que estéis leyendo mi historia.
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