Bajo la máscara (Zodiaco Yaoi/Gay)

Capítulo 4

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(Narra Aries)

Estaba bajando las escaleras con mucha flojera, desde que llegamos a esta casa, el ambiente se volvió un poco más tenso.

Cetus y Ofiuco nos habían explicado un poco de las habitaciones, nuestros cuartos, que por suerte, no compartíamos con nadie, esta casa... Bueno si es qué se lo puede llamar así, ¡Es una jodida mansión! ¡Hasta tienen una piscina y jacuzzi!

En ese mismo día no conseguimos mucho acercarnos a los demás integrantes de esta "familia", solo podemos decir cómo se llaman pero a saber cómo son sus actitudes, el único quién tuvo suerte es Tauro.

Bueno, aun me acuerdo como me nombraron Aries, Sagitario se estaba burlando de cómo era muy enérgico y parecía una tormenta de emociones porque me enojaba fácilmente... Pendejo.

Cuando iba llegando a la cocina, veo una cabellera pelirroja qué estaba tarareando una canción, lleva puesto un pijama de corazones, su cabello estaba hecho un desastre y traía puesto lentes, si no mal recuerdo se llamaba Leo, estaba preparando su té.

-Oye-.

De un momento a otro, Leo salto del susto y la cuchara que tenia en la mano, la tiro a mi zona...

-¡Ahhh! ¡Mierda!- ¡Joder!, el niño si que tiene puntería, me dio en el frente -.

-A-Ahh ¡Perdón!, ¡Soy un desastre! ¿Estas bien?- Llego a mi lado preocupado -¡Perdóname, en serio!

-¡Wow! Oye, tranquilo, estoy bien- Le sonrió mientras trato de tranquilizarlo, me quite la mano dónde tenia la zona dolorida -Estoy bien, pequeño y ¡Vaya! Si que tienes puntería Jajaja.

El apenas vio qué estaba bien, suspiro aliviado y se fijo otra vez en mis ojos, y de pronto se sonrojo hasta las orejas.

-E-En verdad me siento mal por pegarte, ¿Quieres qué te sirva un té? ¿O prefieres mate cosido?- Antes que pudiera responder, con rapidez fue hacia su taza, que solo había agua caliente en el, puso un saquito de té -.

-Hey, pequeño, ¡Estoy bien! No hace falta de que me hagas un té- Sostuve sus manos antes de que empezara a ponerle azúcar -Además, también es mi culpa de aparecer de la nada jejeje-.

Un poco más calmado, puso sus dos manos en la cara tratando de cubrir su sonrojó... Dios, me recuerda a un niño pequeño que se siente mal de haber causado un desastre.

Sin poder resistirme, pongo mi mano en su cabellera y la revuelvo un poco, ante esta acción, Leo levanta la mirada hacia mi dirección curioso y le regaló una sonrisa.

-Tal vez no te acuerdes de mi nombre, ¡Me llamo Aries! Y tu debes ser Leo ¿No?-.

-... Si, ese es mi nombre- El muestra una sonrisa pequeña mientras bajaba la mirada avergonzado -.

Esta sensación pareciera que lo eh vivido antes, Leo lo veo como alguien pequeño... Como un hermano menor que necesita que lo cuiden.

Se me escapa una sonrisa ante ese pensamiento, empezamos hablar un poco mientras el tomaba su té, tal vez nos llevemos bien en algún futuro muy cercano.

(Narra Piscis)

Ok, solo tienes qué ir a hablar con Virgo, no creo que sea tan malo tratar de socializar, si los demás no dan la iniciativa en hablar... ¡Yo seré el primero!

Doy unos pasos decididos hacia al frente de la puerta de Virgo pero antes de tocar la puerta, escuchó unos pasos desde adentró qué van dirigidos hacia mi y yo con rapidez, me pongo a correr hacia la puerta de mi habitación, la abro y entro en ella.

... Lo se, soy un jodido cobarde, debería tener un premio por eso.

¿¡Cómo puede ser tan difícil!?, ¡Solo es ir y hablar cómo una gente normal!... Creo que esto me va tomar todo el verano, esto me ocurrió exactamente el día que conocí a los demás, gracias qué en ese momento Cancer me empezó a hablar primero y los demás se animaron en hablarme.

Recuerdo cuando estaba triste de no tener un nombre, sabiendo qué yo ya les puse un nombre a todos mis amigos pero Leo me había apodado Piscis, diciendo porque parecía un lindo pecesito tierno y muy asustadizo.

En ese momento no me importaba el hecho de saber el porque de mi nombre, lo mismo ese día fue el más feliz que tengo de recuerdo.

De repente, siento como mi espalda deja de estar apoyada en la puerta y caigo hacia atrás.

-¡Auuu!- Siento como mi cabeza me lo estuvieron pegando con un martillo y cuando le iba a gritar a la persona que había abierto la puerta, observo que era Virgo -.

-¡Perdón!, yo pensé que estabas durmiendo y quería levantarte para qué pudieras ir a comer con nosotros- El con mucha preocupación, se puso delante mío y me tendió la mano -Cuanto lo siento, déjame ayudarte.

Le acepto la mano y me levanto hasta llegar a su altura, él es un poco más alto que yo pero cuando le miró a los ojos me quedo impresionado.

Wow, simplemente wow... Sus ojos son como dos gemas resplandecientes color lila, son muy hermosos, pero lo que me cautivo fue su sonrisa... Dios, si existes... Gracias por traerme a este ángel.

-¿Estas bien?- De un momento a otro vuelvo a la realidad y separo rápidamente mi mano con la suya -.

-¡S-Si!, gracias por ayudarme...- Siento como mis mejillas empiezan ha arder y mi corazón a latir aceleradamente -.

-Me alegro emm.. Ohh, disculpa, pero no se tu nombre...-.

-...- Creo que perdí mi dignidad -M-Me llamo Piscis, tu debes ser Virgo ¿No?-.

-Así es- Joder, ¡Esa sonrisa me esta matando! -Bueno, yo ya me voy abajo con los demás...- Camina unos pasos hasta llegar a las escaleras pero el se da la vuelta a mirarme -¿Vienes?-.

Yo solo asiento con mi cabeza y voy corriendo hacia él, creo que me acaban de hipnotizar.

(Narra Tauro)

-Creo qué no fue buena idea mezclar chocolate con papas fritas...-

-No, creo qué no...-

¡Siento cómo si mi estómago en algún momento vaya a reventar! Cancer y yo empezamos a hablar apenas nos conocimos, hoy habíamos pedido a Cetus que nos trajera unos chocolates amargos y unas papas fritas picantes.

Y como verán el resultado no quedo del todo bien.

Aunque la verdad, fue muy divertido de como Cancer se ahogo con las papitas, descubrí que su poder era el clima y cada rato que tosia, una ráfaga de viento chocaba en la ventana.

Por karma, termine yo ahogandome con mi propia risa, esta me recordó al día que conocí a los chicos, ese mismo día me termine tentando por una estupidez que hizo Acuario a Escorpio, termino muy mal.

En ese mismo día, Piscis me puso de apodo Tauro, dijo porque me parecía a un toro por mi peinado, que en ese momento estaba muy desordenado y era alguien muy fuerte... Desde el punto de Piscis, por que fuerza...

-Pero valió la pena, me gusto mucho- Cancer se sentó en mi cama mientras miraba a mi dirección -¿No te piensas parar del suelo, verdad?-.

-Ño- Lo dije en tono de niño pequeño -Además, está fresquito el suelo -.

Nos quedamos mirando un rato a los ojos y nos empezamos a reír, no pregunten, solo somos retrasados.

De pronto huelo a ñoquis recién cocinadas, me levanto de golpe olfateando mejor para saber si solo era mi imaginación pero... Hermano, ¡Es real!

-¡Oigan! ¡Ya esta la comida!-.

Nos quedamos mirando a los ojos al escuchar las palabras mágicas...

Empezamos a correr a la puerta.

-¡¡COMIDA!!- Gritamos ambos mientras bajábamos las escaleras -.

No les dejare nada a nadie... Y menos si es ñoquis... ¡A NADIE!

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