III: Batalla

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Gracias a mi gente bonita del foro Behind The Horror, a las hermanas, a Pily, a Gaby991 y a mi querida beta Light of Moon.

Me metí en un lío, tengo fics pendientes y aquí me tienen haciendo otro más, no tengo abuela jajaja.

Resident Evil no me pertenece, por desgracia, solo el argumento.

Infiel

Por GeishaPax

III: Batalla

Cada noche, durante la cena, Leon hacía algún intento por mantener una conversación, pero Claire permanecía en silencio, de modo que él desaparecía en su estudio en cuanto terminaban de cenar. La ex activista recogía la mesa y subía a acostarse a la habitación de los niños, sintiéndose cada día un poco más sola, un poco más deprimida.

Saber que su marido la engañaba supuso para ella un golpe brutal que había conseguido anular su voluntad, de modo que su vida transcurría en una lenta monotonía y no se daba cuenta de lo que hacía. Leon la observaba, serio y en silencio, esperando que Claire saliera de su letargo y estallara.

Al llegar el fin de semana,  la observadora y callada Sherry se dió cuenta de que algo raro sucedía y quiso saber la razón.

—¿Por qué estás durmiendo en la habitación de los niños? — preguntó el domingo por la mañana mientras toda la familia estaba reunida en la cocina, desayunando.

La mujer lo había descubierto porque aquella mañana Michael había dormido hasta más tarde de lo acostumbrado, con lo cual, su madre también se había despertado tarde. Después de pasar varias noches durmiendo mal en una cama demasiado pequeña y atormentada por sus pensamientos, estaba exhausta; la noche anterior, para su alivio, había conciliado el sueño nada más meterse en la cama, y no se había despertado hasta que Alex entró en la habitación. Pero no se sentía mucho mejor que los días anteriores, Porque, si dormir había servido para dar descanso a su cuerpo, su mente no había reposado en absoluto.

Sabía qué había soñado, pero, desde luego, sus sueños no habían aliviado el peso de su corazón, ni su rabia, ni su amargura. Incluso se aborrecía a sí misma por no hacer nada para remediar la situación. Leon le había aconsejado que no tomara ninguna decisión hasta que no estuviera un poco más tranquila —hasta que dejara de ser la criatura patética en que se había convertido—, pero aquel consejo sólo le servía como excusa para no enfrentarse a la realidad.

Leon no tenía mejor aspecto que ella, su rostro reflejaba la misma tensión. Desde la noche fatídica de la llamada de Hunnigan, había estado llegando a las seis y media todos los días. Claire sospechaba que se debía más a que lo había criticado como padre, que al deseo de demostrarle que su aventura había terminado.

Llegaba a tiempo de bañar a los niños y meterlos en la cama mientras ella preparaba la cena. En apariencia, su vida transcurría normalmente, y los dos hacían un gran esfuerzo para que los niños y Sherry no se enteraran de sus problemas.

En aquellos momentos, la pregunta de su hija adoptiva la devolvía a su cruda situación. Se sonrojó ligeramente, y se las ingenió para dar una respuesta coherente.

—A Michael le están saliendo los dientes otra vez, los caninos y a Alex algunos molares.

Leon arrugó ligeramente el periódico que estaba leyendo, y su esposa se dio cuenta de que estaba escuchando. Y puede que también la estuviera mirando de reojo. Ella no lo miró. En realidad, le importaba muy poco lo que pudiera hacer.

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