VII: Previo a Navidad

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Gracias a mi gente bonita del foro Behind The Horror, a las hermanas, a Pily, a Gaby991 y a mi querida beta Light of Moon 12.

Resident Evil no me pertenece, por desgracia, solo el argumento.

Infiel

Por GeishaPax

VII: Previo a Navidad

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Claire seguía mirando fijamente el teléfono cuando Leon llegó unos minutos más tarde. Él la vio nada más entrar y se detuvo al instante.

—¿Qué ocurre? — le preguntó con impaciencia, dándose cuenta de que la ex activista sufría una especie de conmoción.

La antigua Redfield se llevó la mano a la mejilla. La tenía helada.

—Helena acaba de llamar. Quiere que la llames.

Sin dejar de mirar a Leon, se preguntó si se desmayaría o se echaría a llorar. El ojiazul se sonrojó y dio un suspiro. Pocas veces le había visto tanta emoción en sus ojos.

Kennedy dejó caer la maleta y suspiró con los dientes apretados. Luego se acercó a una paralizada pelirroja, la apartó de su camino y se dirigió a su estudio. Entró y cerró la puerta. Claire se quedó mirándolo, haciéndose preguntas acerca de lo que acababa de ocurrir entre ellos, además del holocausto que tenía lugar en su interior.

¿Leon reaccionaba así ante la simple mención del nombre de Helena? Contuvo un sollozo, negándose a dejarse llevar por lo que ocurría en su interior.

¡Al saber que Helena acababa de llamar, Leon había corrido al teléfono como un poseso!

Estaba con Alex en el salón, Michael había caído rendido cuando su padre entró buscándola. Estaba pálido, y, aunque de sus rasgos había desaparecido todo rastro de emoción, podía ver huellas de la conmoción que sentía en sus ojos. Alex medio corrió hacia él para abrazarlo, como de costumbre, pero sólo recibió una caricia en el pelo.

El miraba fijamente a su esposa.

—Lo siento. —dijo con voz grave. —Le dije que no llamara aquí nunca.

—No importa.

—¡Claro que importa! — exclamó violentamente. Se pasó la mano por el pelo, tratando de tranquilizarse.

Sin dar lugar a una respuesta, levantó a Michael y lo llevó a su cama, e hizo lo mismo con Alex.

Se dio la vuelta y la tomó de la mano. Al llegar a su estudio, la soltó.

—Le dije que no debía llamar aquí. — repitió — ¡Le dije que si era muy urgente, le dijera a la señora de la limpieza que me llamara en su lugar! ¡Pero que ella no llamara nunca!

—Ya te he dicho que no importa.

—¡Pero sí importa! —estalló ferozmente. — ¡Te ha hecho sufrir, y no quiero que eso ocurra!

—Entonces, lo que tenías que haber hecho… — se interrumpió porque no quería insultarlo y, encogiéndose de hombros, se acercó a su mesa. — ¿Cómo es que sigue trabajando para ti? — le preguntó entre dientes. —Si decías que todo había terminado.

—No trabaja para mi. Trabaja para la agencia. Hace meses que le pasé todos mis asuntos a uno de sus compañeros.

Claire no lo creía. Tenía grabada la expresión de su cara cuando le dijo que Helena acababa de llamar. Todavía recordaba cómo la había apartado para correr a llamarla.

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