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Cuando YoonJi salió del baño y se vistió con la ropa que para ella lucía genial, se encaminó hacia la planta baja, topandose en la sala con Jimin y un chico de cabellos rosados y sumamente atractivo.

Su mejor amigo reía, cerrando los ojos e inclinado la cabeza ligeramente, mientras que el pelirosa reía divertido viendo a Jimin reír.

—¡YoonJi, corazón! —gritó la madre de Park Jimin

La chica volteó a ver la señora y sintió un nudo en su garganta, había extrañado la calidez de los abrazos de su segunda madre.

—¿Cómo ha estado, señora Park?

—Muy bien, mi niña. Mira cómo estás, te ves muy bien con ese corte —pasó sus dedos entre el cabello de la pelinegra.

—Gracias, espero y no ser una molestia —dijo, inclinándose levemente.

—¡No! Por supuesto que no, tú eres bienvenida todo el tiempo.

—Exacto —dijo Jimin sentado en la sala—. YoonJi, él es Kim SeokJin, nuestro inquilino. Hyung, ella es YoonJi, mi mejor amiga desde pequeños —los presentó Jimin.

—Mucho gusto, YoonJi —sonrió encantador el mayor.

La chica solo se limitó a sonreír, pues había quedado muda de tanta hermosura. Jimin reaccionó y se acercó a su amiga.

—Vamonos. Madre iremos a comer. Regresamos más tarde. Nos vemos, Hyung. —y los dos salieron de la casa. 

Al llegar a mitad de su calle, YoonJi pudo reconocer ese inolvidable cuerpo que poseía Jeon Jungkook, su amor platónico desde niña.

—¡Hola, Kookie! —saludó Jimin acercándose al muchacho que dejaba su bicicleta en la acera.

—Hola, Jimin-ah —sonrió el castaño e inmediatamente su vista se concentró en YoonJi— ¿YoonJi? —preguntó sorprendido.

La pequeña sintió sus mejillas arder, y asintió.

—Hola, Jungkook —saludó.

Un abrazo la tomó por sorpresa.

—¡Cuanto tiempo! Te ves muy diferente a como saliste de la secundaria —sonrió nuevamente Jeon.

—¿Verdad que sí? —dijo Jimin pasando su brazo por los hombros del más joven—. Ya está nuevamente junta la pandilla.

—Pero falta Taehyung —dijo Jungkook haciendo un puchero.

—Cierto, cuando venga dile que pase a mi casa, estará muy contento de ver a YoonJi —sonrió el del cabellos grises.

—Claro que sí, bueno chicos, debo entrar, mi madre me espera para comer. Un gusto verte de nuevo, YoonJi. Deberíamos salir todos juntos algún día —se despidió y caminó hacia su casa.

Jimin se quedó parado viendo como su amigo entraba a su casa. Simplemente el chico no podía con tanta alegría.

—Vamonos, Chim Chim —YoonJi le dió un codazo en las costillas.

—Si, vamos —y tomó la mano de su mejor amiga.

Se sentían genial, tenerse el uno al otro era tan acogedor, que incluso las personas del centro comercial pensaban que eran una tierna pareja de enamorados. Si tan solo supieran que ellos estaban más allá de lo habitual, no eran simplemente una pareja, o alguien que no necesitaban demuestras de afecto amoroso para saber que se amaban, no, sus almas estaban conectadas.

—¿Ya tienes novio, Jimin? —preguntó YoonJi al terminar su hamburguesa.

El ojos marrones dejó su bebida a un lado, y sonrió negando con la cabeza.

—No me gusta nadie, YoonJi

La pelinegra achicó los ojos y apretó los labios, viéndolo con suspicacia, en el fondo, YoonJi sabía que Jimin le estaba mintiendo.

—Dime —ordenó con un tono serio.

—Ya te dije que nadie —mordió su labio inferior y miró con repentino interés el suelo del lugar.

—Está bien, te creo —suspiró su mejor amiga y Jimin pudo respirar nuevamente.

No podía decirle de quién estaba enamorado.

—¿Cuanto tiempo te quedarás aquí? —preguntó Chimchim tiempo después.

La pelinegra se sentó recta en su lugar, fijando su vista en el chico de enfrente. Sus facciones se pusieron serías y habló.

—De eso quería hablar, te voy a decir todo pero por favor, dime que estarás totalmente calmado —pidió la chica y lo único que logró fue asustar a su amigo.

—No me tranquilizan tus palabras, Min YoonJi —se cruzó de brazos recargándose en la silla.

—Entonces solo escucha —tomo aire y comenzó a explicar—. Llevo meses teniendo problemas con mi madre, siempre peleamos y ha habido momentos en los cuales me llegó incluso a correr de la casa —los ojos de Jimin se abrieron grandes.

—Y-Yo, no sabía. Lo siento mucho.

—No, no lo sientas, y deja de interrumpirme, Jimin —se quejó la pelinegra—. Mi primo Yoongi me ha ofrecido apoyo. Tu no lo conoces, es más grande que nosotros, está estudiando la universidad aquí y me propuso que me viniera a vivir nuevamente a la cuidad, pero ahora con él. Para evitar problemas futuros con mamá... Y acepté.

—¿Estás hablando en serio? —la sorpresa de Jimin era notoria.

—Si, me va a ayudar en todo lo posible, viviré con él en su departamento, y trabajaré para poder entrar a la universidad, tal vez el próximo año

—¿Y tu madre? —no pudo evitar preguntar.

—No le importó que me fuera, su nuevo novio la tiene muy entretenida.

—¿Qué le pasó a MinHae? —se atrevió a preguntar.

—En cuanto nos mudamos con él, todo cambió. En menos de un año ya se habían separado —se encogió de hombros.

—Yo lo siento, no sabía nada de eso. No es por reclamarte, pero ¿Por qué no me dijiste? Yo pude ayudarte

—No quise ser una carga, Jiminie

—Min YoonJi, tu jamás serías una carga para mí. Ni se te ocurra decirlo nuevamente —suspiró —. Pero bueno, dime ¿Qué pasará ahora?

—No lo sé muy bien, tengo una semana para pensarlo bien, Yoongi no sabe que estoy aquí, él piensa que llego el próximo lunes, por lo cual, cuando el día llegue, me iré con él, no vive muy lejos de tu casa. Por lo cual me tendrás que soportar casi todos los días, y pues, cuando esté instalada buscaré trabajo, para ayudar a mi primo en los gastos y ahorrar para entrar a la universidad. ¡Así que iremos juntos a la universidad!

Jimin sonrió, el plan de su mejor amiga sonaba razonable, y él no dudaba en ayudarle.

—Entonces empezaré a ahorrar yo también, para ayudarte —enredó su mano con la de su mejor amiga sobre la mesa —. Y no digas nada, los mejores amigos siempre se apoyan.

—Gracias, Chimchim —sonrió YoonJi con los labios temblorosos.

Jamás creyó que tendría un ángel a su lado.

¿De Quién Está Enamorado Jimin? [BTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora