9: Una guerrera enfadada

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Garra Veloz y Carbón corrieron entre los árboles sigilosos como sombras. Era más o menos medianoche. La luna tenía la forma de una sonrisa. El viejo gato se detuvo. Sus patas le dolían y las almohadillas le escocían.

-Espera.-maulló.-Uff. Ya me cansé. Descansemos un rato, por favor. No estoy en forma. Patas Rojas, tú te ves bien.-comentó. -¿Patas Rojas?-llamó. El solitario comenzó a llamarlo a gritos a pesar de que quería dormir.

-Regresemos. Es posible que se haya quedado.-razonó Garra Veloz.

-Sí. Regresemos.-repitió Carbón. De la nada, tres gatos del Clan de la Sombra salieron de entre unos arbustos.

-Puf. Son ustedes. Largo.-ordenó un gato de color marrón. La gata a su costado bufó. El otro gato entornó los ojos amenazadoramente.

-No. Volveremos para salvar a Patas Rojas.-maulló Garra Veloz.

-Fuera. No lo volveré a repetir.-El primer gato dio un paso adelante.

-No. Si nos quieren fuera, entonces traigan a Patas Rojas.-Esta vez fue Carbón el que habló. 

-Bueno, ustedes se lo buscaron, gatitos.-dijo la gata.

Los gatos se bufaban, pateaban y arañaban entre sí en una dura pelea. Pelos cayeron por todas partes. Carbón le mordió la pata a la gata gris del Clan de la Sombra y arañó la cara del gato marrón. De pronto, detectó un olor. No supo cómo, pero sabía que eran amigos.

-¡Aquí! ¡Tormenta Moteada, Brisa, Manto Rocoso!-exclamó Garra Veloz.

Los tres gatos se unieron a la pelea. Pronto, todos los gatos enemigos huyeron.

-¡Tú!-siseó Tormenta Moteada cuando recuperó el aliento. -¡Traicionaste a Estrella Leonada! ¡No te lo perdonaré!-Dicho esto, se abalanzó sobre Garra Veloz.

Este la esquivó. Carbón se interpuso entre los dos. Zarpa Plateada apareció con un montón de ramitas, hojas y bayas en la boca. Al ver la escena, se le cayó todo. Probablemente, estaba recogiendo hierbas antes.

-¡Eso es falso! No le dije nada. Lo planeé, pero no lo hice.-se defendió el macho.

-No importa, tenías mala intención. Vete. Te odiamos. Nadie te quiere en el Clan del Trueno.-le soltó.

-Yo sí lo quiero en el clan.-la contradijo Brisa.

-Y yo. Es un poco distraído, y le falta madurar, pero es el gato más leal que he conocido.-se sinceró Manto Rocoso.

Todos miraron a Zarpa Plateada.

-Yo confío en él más que en nadie. Quédate, por favor.-La gata miró a Garra Veloz solemnemente.

-Gracias. De verdad, aprecio que me vean así, chicos.- El ágil guerrero le guiñó el ojo a Brisa.

-¡Está bien! No me interesa lo que hagas, sólo aléjate de mí y no traiciones a nadie. Juro por el Clan Estelar que te destruiré, excremento de zorro.-bufó Tormenta Moteada. Giró hacia Zarpa Plateada.

-Esperaba más de ti. Adiós.-maulló, enfurecida.-No me sigan, o sentirán mi furia. -murmuró amenazadoramente, mientras su cola moteada marrón desaparecía entre unos arbustos.

A/N
Escribía mis capítulos tan pequeños...Este ni siquiera llega a las 500 palabras.

#1: Un nuevo amanecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora