20: El jardín y los Dos Patas

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-¡Hora de entrenamiento!-gritó alegremente Patas Rojas cuando entró en la guarida de los aprendices.-Vamos con Garra Veloz, Tormenta Moteada y Manto Rocoso. Yo supervisaré su trabajo, jóvenes.

Era el día siguiente. Naranjo se llenó de energía al instante. Tormenta Moteada, su mentora, le había contado sobre la depresión del lugarteniente. Al parecer, se estaba recuperando. Pero no del todo. Algunas veces, el gato podía escucharlo llorar muy bajo.

Al llegar a la zona de entrenamiento, Patas Rojas dio un pequeño salto.

-Mentores y aprendices, hoy simularemos estar en una pelea. Jóvenes contra guerreros. Yo observaré cómo lo hacen.

Después de un rato atacándose entre sí, cazaron. Naranjo acechaba a una paloma. Iba a saltar cuando...

-¡Naranjo! Vamos al jardín.

El ave se fue volando.

-Oh. Bueno, no lo sé, Brisa. ¿Y si nos ven?

-Claro que no.

-No estoy seguro... ¿Y qué si me echan? Me gusta este clan. Me gusta estar contigo.

-Si te tienes que ir del Clan del Trueno, te acompañaré sin duda alguna.

-Está bien. Vamos.

Los dos gatos corrieron entre los árboles y plantas hasta parar enfrente de un muro de piedra. Ambos saltaron grácilmente sobre la valla sin dificultad y aterrizaron al otro lado. 

-¡Uau! Esto...esto...-Se quedó sin palabras y casi se tropieza con la escalera de roca.

-¡Ups! Cuidado, hermosa.

Habían rosas, girasoles, hortensias, tulipanes, lirios, claveles y muchas especies más.

Los gatos pasearon por el jardín. Olieron las flores y pasaron un buen rato juntos. Finalmente, se echaron en un espacio de césped cortado. Observaron el cielo naranja y rosa. Era la oportunidad del gato atigrado.

-Brisa... Cuando seamos guerreros... ¿Te gustaría ser mi pareja?

-Oh, Naranjo. ¡Claro que sí!

Los dos gatos se acercaron hasta que sus hocicos se rozaron. Se miraron a los ojos. Los ojos verdes de Brisa brillaban y su pelo largo era muy suave. Naranjo quiso quedarse allí para siempre, pero un grito aruinó el momento. Era un cachorro de Dos Patas. 

-Brisa, escóndete, lo distraeré.

-No. Estamos juntos en esto.

El cachorro se acercaba y los gatos bufaban. Repentinamente, Brisa puso una cara sorprendida y se cayó al suelo, inconsciente.

-¡Brisa! ¡Despierta, por favor!

Naranjo se volteó. Zarpa Tormentosa estaba siseando en la entrada junto a... Garra Atigrada y el Clan del Viento. 

-Te robaste a mi gata. Te mataré y después atacaremos al Clan del Trueno. Luego, obligaré a Brisa a estar conmigo. O tal vez no tenga que. Este jardín puede hacerla cambiar de opinión. Le diré que fue mi idea que la trajeras aquí. Soy un genio.







#1: Un nuevo amanecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora