2 años después.
Gotas de sudor caían de mi frente, ¡llevaba toda la mañana haciéndolo! Simplemente no podía más. Bajé de las escaleras y tomé la tina con el líquido color rosa pastel para volver a subir las escaleras.
Introduje en el balde la punta de la brocha haciendo que absorbiera el color para después pintar la pared.
- ¡Rugge! ¡Ruggero! ¡Corre! - los gritos de Karol, Alex y Yoselin. Me asustaron haciéndome soltar la cubeta, esta golpeó en la escalera haciendo que toda la pintura callera sobre mí.
De un salto bajé de la escalera y sin importarme dejar todo un rastro de pintura salí corriendo hasta mi habitación que era de donde provenían los gritos.
- ¿Qué? ¿Qué pasa? ¿Te sientes mal? ¡Háblenme! - grité ahora yo desesperado ya que solo me miraban, los tres comenzaron a reír.
- ¡Rugge! Se supone que la pintura va en la pared, no en tus pantalones. - los tres carcajearon aún más. - ¡Ven! - habló Karol entre risas. Rápido me acerqué y tomó mi mano colocándola en su ahora abultado abdomen.
Un sentimiento inexplicable se desarrolló en mí al sentir los suaves golpecitos, volteé a verla a los ojos y lo único que pude ver era felicidad.
- Se mueve. - dije emocionado, Karol se estremeció.
- Háblale. - dijo riendo. - Parece gustarle tu voz. - la miré sorprendido.
- ¿De verdad? - se sintió otro pequeño golpe, Karol rio.
- ¡Lo ves! - dijo con una enorme sonrisa, Yoselin y Alex rieron. Seguro mi cara era de un estúpido de primera.
- H-Hola bebé… - dije con algo de nervios hincándome a un lado de la cama.
- Abi. - me corrigió Karol.
- Tu mamá asegura que serás niña. - seguí. - Cosa que si no es cierta, ella tendrá que re pintar tu habitación.
- Creo que de todas formas tendré que re pintarlo ya que tu papá prefirió ponerlo en sus pantalones. - "tu papá".
Desde que Karol me había dicho la noticia, simplemente no lo creía.
- Él dice que odia el rosa pero nosotros creemos que es mentira. - susurró Yoselin.
- ¡Hey! - le reclamé riendo. - Realmente no me gusta, yo creo que deberíamos pintarlo mejor de azul o verde.
- Morado o amarillo. - dijo Alex eligiendo colores más neutros.
- Hey, basta. - dijo Karol frunciendo el ceño. - Abi amará el rosa tanto como su mamá y su tía ¿cierto?
- ¡Cierto! - contestó alegremente Yoselin.
- Además ya habrá tiempo de pintar uno morado, uno azul, uno verde y otros cuantos rosas. - realmente esta mujer me mataría haciéndome pintar habitaciones. - Pero ahora por qué no mejor cambiamos de tema y vamos por un helado de vainilla con chocolate.
- ¡Sí! - se le unieron Yoselin y Alex.
- Ahora no podemos. - con la simple mirada me dijo ¿por qué? - Tengo que terminar de pintar la habitación y mira como estoy.
- ¿De verdad nos dejarás a los cuatro con las ganas?
- Tratas de manipularme a costa de… Abi.
- ¿Rugge, nos dejarás con las ganas? - preguntó levantando la ceja, no me convenía en lo absoluto no cumplirle sus caprichos.
- Vamos ya. - me puse de pie y Yoselin y Alex salieron corriendo hacia sus habitaciones para cambiarse.
Me di la media vuelta y me saqué la playera para cambiarme. Estaba frente al armario cuando sentí las manos de Karol en mi abdomen. Me giré para poder verla de frente y más que nada para poder tener mejor acceso a sus labios.
- No tienes idea de cuan feliz me haces. - uní nuestras frentes.
- ¿Aunque te haga pintar paredes? - preguntó riendo.
- Aunque me hagas pintar paredes. - afirmé. - Pero una cosa sí te digo... - me separé un poco de ella. - Ningún chico se le acerca a mi Abi hasta que ella cumpla los veintiséis. - los ojos de Karol se abrieron como platos.
- ¡Estás loco! - dijo riendo.
- No. - le sonreí. - Tendrá las mismas reglas que Yoselin… acerca de los novios.
- Bueno ya… una apenas tiene ocho años y la otra solo tiene casi cuatro meses… ya habrá tiempo para discutir sobre eso. Ahora queremos helado.
Fin.
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Bueno... Después de las actualizaciones tan lentas al fin terminé con este fic, jsja
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