17

3.5K 282 18
                                    

- ¿Qué es eso? - dije casi en un grito al verla salir de la habitación.

- Wow… - dijo sorprendida. - ¿Sabes? No es lindo usar esa "expresión" cuando una chica se arregla solo para ti. - hablaba indignada.

- Lo siento. - me disculpé. - Te ves hermosa. - sonrió y acomodó su cabello ahora con grandes ondas. - Pero no me gusta que otros miren lo que es especial para mí. - traté de hablar con más tacto… pero no funcionó.

- No me cambiaré. - aclaró. - Que no te pase ni por la mente.

- Entonces asegúrate de que nadie observe ese vestido rosa. - sentencié señalándola con mi dedo índice. - Si no, no respondo por lo que le pueda hacer al que se atreva a mirarte.

Narra Karol.

- Amo cómo se te ven los pantalones ajustados… - dije rompiendo el silencio con el que bajábamos las escaleras. Además estaba siendo sincera, tenía una vista increíble desde donde iba. Escuché su risa por lo bajo y volteó a verme. Sonreí y subí los hombros. - También ten cuidado de quien te mira. - pasó su mano por mi cintura y besó mi mejilla.

Llegamos al piso de abajo y me sorprendí con lo que me encontré… Más bien con quién. Al ver a la pelirroja frente a nosotros, volteé a ver a Ruggero pidiendo una respuesta.

- ¿Nos vamos? - preguntó y sin dejarme responder siguió. - Yose y Alex están en su habitación. - la pelirroja me miró de arriba abajo despectivamente antes de subir las escaleras. Quería reír a carcajadas, pero Ruggero me mataría si lo hiciera.

- ¿Por qué me odia? - pregunté una vez en el auto.

- No lo sé.

- Tienes qué saberlo Rugge, es tu "mejor amiga" - hice comillas con los dedos.

- ¿Por qué las comillas? - rió.

- Porque solo tengo una teoría de su estúpido odio hacia mí y eso implica que ella no te ve como "mejor amigo" - volteó a verme y seguía riendo.

- Estás loca.

- Eso espero. - sonreí. - Espero estar loca e imaginar porque si es verdad le arranco cada uno de esos teñidos cabellos.

- Hey, ya… - tomó mi mano. - Ya dejaste claro que estás loca.

- ¡Ruggero! - le reclamé.

- Es juego hermosa.

....

- ¿Qué se te perdió?

- Sigue caminando. - no teníamos ni diez segundos y ya estaba a punto de golpear a alguien.

- Te lo dije. - me reclamó.

- Rugge, entonces deja de mirar a los demás y mírame a mí. - lo abracé.

- Otro imbécil. - me fue imposible no reír. - Hazle saber que no por ser tu "mejor amigo" tiene derecho a mirarte. - carcajeé.

- ¿Por qué yo?

- Porque si lo hago yo será a mi manera y no quiero que estés detrás de mí reclamándome. - sonrió hipócritamente y rápidamente quitó la sonrisa.

- Celos innecesarios. - pasé mis brazos por su cuello. - Sebas tiene novia y ninguno de los demás se me acercaría. - besé sus labios. - Si temían hacerlo cuando no estaba contigo, ahora con mayor razón se guardaran sus invitaciones.

- Eso espero. - me acerqué para besarlo pero unas llaves se interpusieron en mi camino.

- Para ustedes la habitación principal… - agitó las llaves. Ruggero rodó los ojos al mismo tiempo que me soltaba y yo entre risas golpeé a Sebastián.

- ¡Feliz cumpleaños! - lo abracé efusivamente.

- Gracias. - respondió sonriente. - En el jardín hay más sillones y menos gente. - me guiñó un ojo. - Ya vengo.

- No se lo dijiste… - habló Ruggero en mi oído y reí.

- Vamos afuera. - tomé su mano y lo guíe hasta el jardín.

Llegamos al jardín y estaban Jorge, Lionel, Pedro y Carolina platicando animadamente.

- ¡Sevilla! - corearon los tres chicos al verme pero parecieron inseguros de acercarse al ver a Ruggero. Volteé a verlo y disimuladamente pregunté un "¿Puedo?"

- Como si fueras a obedecerme si te digo que no.

...

- Vamos.

- N…

- No me gusta. - lo interrumpí completando la oración que seguramente diría.

- Exacto. - me apegó aún más a él.

- No te gustan las fiestas, no te gusta bailar, no te gusta el color rosa. - enumeré con los dedos. - No te gusta nada de lo que me gusta. - reímos.

- Pero me gustas tú… - sonrió. - Eso sobrepone lo anterior ¿no?

- Un poco. - corté la poca distancia que había entre nosotros para unir nuestros labios.

Me, Myself and HimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora