Chat Friends [Karmagisa]

|11| ¿Felicidad o...?

Si que se enfadó, estaba haciendo una pequeña rabieta, luego de cortar la llamada, con sus mofletes inflados tratando de contenerse y con el ceño fruncido.

Y él que pensaba que Karma no le mencionaría eso siendo que la primera y única vez que se habían visto fue por cámara en esa página a la cual ya no tenía intenciones de volver a entrar.

Su celular no demoró en volver a sonar. Ya no tenía ganas de contestar, pero en verdad necesitaba que lo ayudara.

- Ugh, maldito Karma.

Fue lo que dijo antes de atender el teléfono.

- ¿Shiota-kun se enfadó con Karma?

- Sólo cállate y ayúdame.

Estaba bastante molesto como para decirle algo por el repentino honorífico, ya que acordaron decirse sólo por sus nombres.

- Pues no puedo ayudarte si me quedo callado.

El peliazul se dio una facepalm que estaba seguro que el chico del otro lado de la línea escuchó ya que se oyó una leve risa de él.

Seguro que el pelirrojo podría sacarlo de quicio.

Trato de soportarlo lo más posible mientras que le ayudaba en sus estudios, si a penas podía con él por teléfono, agradecía no conocerlo en persona.

Gracias a Karma, el peliceleste tuvo una buena calificación en su exámen, no una perfecta, pero era pasable.

Karma insistía en que volvieran a hablar por llamada, pero Nagisa no le contestaba. Ya habían paso unos cuántos días, aunque ahora se comunicaban por medio de una aplicación, aún por mensajes, claro.

- Eres muy fastidioso Akabane, no sé como es que aún me agradas.

Se dijo a sí mismo el Shiota luego de cortar otra llamada entrante del pelirrojo.

Karma estaba muy aburrido, por eso llamaba tanto a Nagisa, aunque no era del todo aburrimiento, en verdad quería hablar con él, y al ver que él no le contestaría decidió comenzar a mandarle infinidad de mensajes por Whatsapp. Claro que esto habría molestado a Shiota, si no fuera porque había desactivado hace ya rato el WiFi e Internet móvil, como si hubiera leído los pensamientos e intenciones de Karma, además de ello se había quedado completamente dormido.

Obviamente Akabane se dio cuenta que sus mensajes no iban a llegarle jamás, así que hizo su último intento.

- ¿Hola?

Una voz adormilada constestó desde el otro lado de la línea.

Karma sonrió.

- ¿Interrumpí tu sueño de belleza, princesa? -le dijo el pelirrojo con su característico tono burlón.

La verdad es que si hablaron más veces por llamada, esto hacía que a Karma le gustara más y más la voz de Nagisa. Se sentía tan feliz como el susodicho cuando le contaba que le estaba yendo bien en la escuela gracias a él o cuando le contaba una que otra anécdota.

¿Acaso él...? No, no podía ser, ambos son chicos y ni siquiera en persona se conocían, eso le dio una idea.

- Agh, eras tú. -dijo con más pereza que fastidio en su tono de voz.

- Nagisa, quiero verte.

Quería comprobar si se estaba acostumbrando a él o si era...lo otro que creía.

- Puedes verme en mi foto de perfil.

Por alguna razón presentía que le respondería una tontería como aquella.

- Hablaba de verte en persona. Idiota.

- Hasle zo... Oh, ¿por qué? -el nerviosismo se le notaba a leguas.

Quiero saber porqué soy tan feliz cuando hablo contigo.